Asesinos de árboles y de espacios verdes.
He aquí que se presenta un concejal de urbanismo-de lo que solo sirven para hacer nada o muy poco-, y dicta, manda y hace saber que: "Hay que acometer la reforma del asunto en cuestión". Todo lo anterior se publica en prensa local, que también mal escrita y redactada.

La Coruña, 31 de julio de 2023
Comentábamos la semana pasada de cómo entre unos y otros, individuos de cabezas locas incendiarias, siguen cargándose poco o muchos árboles que en España quedan. Son los muchos incendiarios con caja de cerillas, que son siempre capturados por Guardia Civil. Asesinos de árboles y de espacios verdes, que actúan con impunidad y muy pocas veces se les mete mano con la ley en la mano.
Son personas-alimañas-de guante blanco. Devoran espacios verdes en ciudades, como si comiesen todos los días huevos fritos con patatas fritas. No odian el color verde, pero cambian las ciudades a su gusto y gana. Se les pueden llamar también "analfabetos ecológicos", pues poco saben o nada de los que construyen o ponen en funcionamiento.
No vengo en citar casos concretos, porque es el mes de junio y mi abogada está de vacaciones en Sevilla, y me da mucha pereza el hacerlo. Además, tengo que ir a la playa a ducharme, pues en casa pocas veces lo hago… Los ciudadanos.
Desaparecen los árboles en las ciudades, con el pretexto de la renovación y modernización. Así los ciudadanos podemos y debemos pensar en otras cosas: lo comido por lo servido. Tenemos plazas- juguetes de niños-, viejas, cochambrosas, pero que poseen árboles centenarios y frondosos. Y que a cuya sombra se han sentado generaciones-por miles-de ciudadanos.
He aquí que se presenta un concejal de urbanismo-de los que solo sirven para hacer nada o muy poco-, y dicta, manda y hace saber que: "Hay que acometer la reforma del asunto en cuestión" Todo lo anterior se publica en prensa local, que también mal escrita y redactada.
Le pregunta una periodista: ¿Qué pasa con los árboles? Al rato el concejal contesta: "Pues es bien fácil": En primer lugar, se retiran todos; algunos demasiados viejos, ya bien usados. Se sustituirán por otros nuevos que prometen dar sombra constante y fresca. ¡Vamos!, que serán la "marimorena". Los otros, los más sanos serán conservados en depósitos/lugares especiales, y después se volverán a plantar con un sistema de ¿regadío estanco?, "al estilo japonés", termina afirmando.
Ya comenzaron las obras, todo está en marcha. No obstante, observan -que abajo vive bajo las estrellas- un aparcamiento para coches que no permite por razones técnicas replantar nuevos y jóvenes árboles. Ellos saben que los árboles y las raíces y la tierra no producen beneficios, y las concesiones de aparcamientos, sí. ¿Así? que es mejor que pongamos estructuras de cemento, para que den sombra y la gente transmita en ellas sus inquietudes culturales, pintándolas con spray y rotulador.
En el centro de la plaza piensan poner un monumento a la Constitución (cualesquiera que salve a España:17 autonomías y dos ciudades autónomas) para comprobar más tarde si alguien tiene hue… para protestar. ¡Porquel en España protestamos por todo lo habido y por haber!
Otras muchas veces nos comunican del Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente: "Los árboles son peligrosos para los automovilistas". Entiendo que he hecho bien en publicar el presente escrito, aunque alguien me trate de "idiota" por haberle escrito. ¡Qué más da!