Cada individuo aporta una chispa única en el mundo
Mis mejores momentos de este curso:
Que me llamaran dos psicólogos para contarme que gracias a mis clases daban vacaciones por primera vez o el alta a sus pacientes adolescentes neurodivergentes. #TEA
Que adolescentes neurodivergentes me pidieran mantener el contacto siempre cuando ya no sea su “profe”.
Cada vez que uno de mis “alumn@s” neurodivergentes me ha pedido tener una conversación privada fuera del horario de clase, comprendí la importancia de nuestro vínculo.
Las muestras de amor y regalos tan especiales de mis niñ@s neurodivergentes.
Cada vez que mi hija de 21 años, neurodivergente, repite que soy la mejor madre del mundo.
Sentir el amor y apoyo de mis amigos, neurodivergentes, en los peores momentos de mi vida.
En un mundo pensado para que todos seamos iguales, las diferencias nos hacen a todos extraordinarios.
La neurodivergencia es un universo lleno de colores vibrantes y potencial ilimitado. En él, encontramos a personas extraordinarias con diferentes formas de pensar, percibir y sentir el mundo.
En el espectro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), descubrimos mentes brillantes que ofrecen una perspectiva única y una sensibilidad especial hacia los detalles. Su capacidad para enfocarse en lo esencial nos enseña la importancia de valorar cada pequeño detalle de la vida.
Las altas capacidades nos revelan mentes prodigiosas, con una sed insaciable de conocimiento y un intelecto sobresaliente.
Su habilidad para conectar ideas y resolver problemas de manera ingeniosa nos muestra las maravillas que se pueden lograr cuando dejamos que la curiosidad nos guíe.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) nos muestra la energía y la pasión desbordantes que pueden llevar a una mente a explorar múltiples caminos al mismo tiempo.
La neurodivergencia no es una limitación, sino un regalo. Cada individuo aporta una chispa única al mundo, enriqueciendo nuestro entorno con sus talentos, perspectivas y emociones.