Ofrece formación a 27 menores sancionados por consumo de alcohol
La concejala de Xustiza Social e Coidados destaca los buenos resultados del programa municipal ‘Non pases por un mal trago’
La edil de Xustiza Social, Silvia Cameán, hizo balance de los primeros meses de esta iniciativa municipal puesta en marcha el pasado verano, y que permite a los y las jóvenes participantes conmutar las multas por sesiones educativas y de sensibilización. La práctica totalidad de las sanciones impuestas desde agosto están siendo objeto de permuta
Concello da Coruña | 3/01/2018
La concejala de Xustiza Social e Coidados, Silvia Cameán, hizo balance este miércoles del programa municipal 'Non pases por un mal trago', impulsado por el Ayuntamiento en colaboración con la entidad social sin ánimo de lucro Adafad (Asociación de Ayuda a Familiares de Drogopendientes) con el objetivo de educar, formar y hacer reflexionar a menores que fueron sancionados por consumo de alcohol, a través de la sustitución de las sanciones por esta causa por cursos psicoeducativos. Desde su inicio, el pasado mes de agosto, la Policía remitió al programa la propuesta de permuta de 27 sanciones, y a día de hoy los dos primeros grupos de participantes -con cinco menores cada uno- ya finalizaron el curso, que tendrá continuidad con un tercero, con otros cinco participantes. "Sabemos que atajar el consumo de alcohol entre los menores de edad no es una cuestión fácil, mas creemos que programas de este tipo y sus buenos resultados señalan que la manera de trabajar es desde la sensibilización y la educación", hizo notar la responsable municipal, que indicó que en el año pasado se contabilizaron 79 sanciones por estas conductas en menores y que la "práctica totalidad" de las impuestas desde el inicio del programa están siendo objeto de permuta. Como también señaló, el grado de cumplimentación de las sesiones "es muy alto" y la satisfacción global de la juventud participante oscila "entre notable y sobresaliente", además de que en estos primeros grupos se percibe un nivel muy alto de aceptación por parte de los padres y madres o tutores legales de los y las jóvenes participantes.
Tal y como expuso Cameán, el programa consta de diez horas distribuidas en sesiones individuales y en grupos reducidos (no más de cinco participantes), que se conforman formando en base a criterios homogéneos de edad y formación. La primera sesión es individual, de evaluación previa e informativa con el chico o chica y un representante legal (padres, madres o tutores). Las cuatro siguientes sesiones son grupales y en ellas se abordan y se debaten temas sobre la normativa y las implicaciones legales del consumo y publicidad de bebidas alcohólicas dirigidas a su colectivo, los efectos del consumo en el cerebro y en el comportamiento, las habilidades de afrontamiento y la toma de decisiones y las alternativas de ocio que hay en la ciudad que no están asociadas al consumo. La última es una entrevista de evaluación final a cada uno de los chicos y chicas.
Según observó la concejala, la evaluación de estos primeros grupos participantes en el programa refleja datos relevantes, como el hecho de que las personas en esta situación son estudiantes, tanto de Bachillerato como de ciclos formativos y de la Universidad, y que la proporción entre chicos y chicas es de 60% de varones y 40% de mujeres, entre 16 y 18 años. Como quiso recalcar, las fechas y los horarios de las sesiones se desarrollan respetando los horarios académicos, de manera que resulten compatibles.