inclusión social

"Tratamos que las personas cojan las riendas de su propio proceso": Claudia, directora de los proyectos de intervención social de Amigó en A Coruña

Amigonianos y Fundación Amigó comparten muchas cosas. Desde la forma de trabajar, hasta espacios y sobre todo objetivos de trabajo. 
"Tratamos que las personas cojan las riendas de su propio proceso": Claudia, directora de los proyectos de intervención social de Amigó en A Coruña
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Claudia y Rocío

La congregación de los Terciarios Capuchinos, que gestiona Amigonianos, decidió crear la fundación en 1998 para darle continuidad a los proyectos más allá de la cuestión religiosa. Amigó es una entidad laica que asegura la continuidad del legado de Luis Amigó, incluso si la comunidad religiosa desapareciese algún día.

La actividad de esta fundación en el territorio gallego comienza en 2017 y se dirige fundamentalmente a trabajar con jóvenes conflictivos. Claudia es la directora de proyectos de intervención social de Amigó en A Coruña. “Yo siempre digo que Amigonianos y Amigó somos las dos caras de una misma moneda. Trabajamos desde la pedagogía amigoniana. Es una intervención personalizada, progresiva, incluye a todos los miembros de la familia… Tratamos de que las personas cojan las riendas de su propio proceso. Nosotros acompañamos pasito a pasito, pero ellas son las protagonistas”, señala.

Uno de los proyectos con los que Amigó comienza su andanza en Galicia y en A Coruña, es Conviviendo. Este se dedica a la prevención de la violencia filioparental. Es decir, aquella que ejercen los hijos e hijas hacia sus progenitores. Al proyecto puede acceder cualquier familia, aunque se priorizan aquellas que presentan falta de recursos. “Nosotros queremos intervenir antes de que la relación se deteriore y las familias denuncien a sus hijos. Se puede revertir la situación, pero tendrá mejor pronóstico cuanto más joven sea el menor”, cuenta Claudia.

El proyecto Familia Educa nació en Os Mallos en 2017. Con el tiempo se implantó también en Labañou y recientemente, junto a Cáritas y a Amigonianos, se ha puesto en marcha Más Familia Educa en el Agra del Orzán. Su actividad se centra en dar acompañamiento psicosocial a aquellas familias que presentan un problema de adaptación: “Hacemos apoyo escolar, actividades de ocio… Lo que queremos es que no estén todo el día en la calle. También damos atención a las familias, les orientamos en todo lo necesario. Somos su punto de referencia.”

El proyecto Creciendo trabaja con menores infractores inimputables. Se dirige a menores de 14 años que han cometido algún tipo de delito y, aunque no se les puede juzgar, hay que realizar un trabajo con ellos. “Lo que hacemos es intervenir a nivel familiar. Trabajamos con toda la familia a nivel sistémico. Tratamos de ver qué pautas, qué rutinas, cómo se relacionan y los vamos guiando. Intentamos ayudarles a que establezcan vínculos más sanos con sus hijos e hijas y que recuperen esa autoridad que muchas veces se ha perdido”, explica Claudia.

La Fundación Amigó tiene su propio proyecto centrado en la inserción sociolaboral. Está dirigido a chicos y chicas entre los 16 y los 23 años. “Como veíamos que había jóvenes de Familia Educa que dejaban de estudiar, tratamos de hacer un trabajo de “colador” y ver a quién pescamos para poder orientarles a la inserción sociolaboral mediante la formación”, explica Claudia. Además en enero comenzará la actividad de su propio Centro Sociolaboral para dar cursos que les permitan acceder a certificados de profesionalidad 1 y 2: “La idea es dar cursos homologados por el SEPE. Cursos oficiales que no les impliquen hacer una FP de 2 años porque, claro, estas personas ya se han caído del sistema. Nosotros tratamos de darle una oportunidad a aquellos que tienen el menor nivel formativo”. Además también ofrecen cursos de informática, de gallego y cultura gallega sobre todo para chicos y chicas que acaban de llegar y tienen algunos problemas de integración.

Desde hace un año y medio, Amigó tiene en marcha también el Proyecto de Acompañamiento a la Emancipación. Está dirigido a jóvenes extutelados o con un grave riesgo de exclusión social. “Colaboramos con el ayuntamiento y tratamos de darles una salida a chicos de 20 años que ya estaban viviendo en la calle, chicos que terminaron su estancia en un centro de menores… Nosotros tenemos 15 plazas residenciales”. Además de estas, Amigó cuenta con otras 15 plazas dentro del Proyecto de Acompañamiento a la Emancipación Ambulatorio, donde se les orienta y apoya para poder definir un camino que favorezca su vida autónoma.

El proyecto Volvoretas está dirigido a mujeres migrantes y surge, también, de la detección de necesidades en el desarrollo de Familia Educa. “Muchas mamás nos demandaban ayuda y apoyo con temas como trámites. También presentaban muchas dificultades a la hora de gestionar todas las emociones en este proceso. Por eso generamos este proyecto: para dar cobertura a lo que antes no llegábamos con Familia Educa”, explica Claudia. Estos dos proyectos, además, también comparten la posibilidad de acceder al servicio de ayuda a la conciliación de Amigó. La fundación ofrece un espacio donde los niños y niñas pueden realizar actividades mientras los padres y madres están siendo atendidos en los diferentes proyectos o cuando no tienen dónde dejarlos cuando trabajan por las tardes.

Colaboración y financiación

Ambas entidades, Fundación Amigó y Amigonianos, trabajan en estrecha colaboración con instituciones que apoyan su financiación, como el Ayuntamiento de A Coruña, la Diputación, la Xunta de Galicia, Cáritas y La Caixa, Fondo Social Europeo, además de beneficiarse del IRPF estatal. Proyectos como “Más Familia Educa” son ejemplos de estas sinergias. “Podemos decir que compartimos muchas instituciones que nos apoyan. La diferencia principal es que la Diputación colabora directamente con Amigonianos”, concluye Rocío.

"Tratamos que las personas cojan las riendas de su propio proceso": Claudia, directora de los proyectos de intervención social de Amigó en A Coruña