A Coruña, 27 de noviembre de 2024 – Un negocio con medio siglo de antigüedad y 10 empleados se ve obligado a cerrar debido a las obras municipales en la Avenida de A Sardiñeira, ejecutadas sin consenso con vecinos, comerciantes y hosteleros. Esta situación ha generado indignación en el barrio, donde las críticas se centran especialmente en la planificación del carril bici y en la falta de soluciones para el tráfico.

El Partido Popular, a través del concejal Miguel Lorenzo, insta al Gobierno municipal a buscar alternativas que eviten el cierre de más negocios en la zona. “Hemos escuchado a los afectados en diversas reuniones en el barrio y presentamos una moción en el Pleno de noviembre, que se aprobó por unanimidad, pero, como tantas otras, no la cumplirán”, denunció Lorenzo.

Falta de diálogo y planificación

Las críticas al Gobierno local se centran en la gestión de la alcaldesa, Inés Rey, a quien acusan de actuar sin diálogo ni empatía. Según Lorenzo, “organizó una reunión en julio con los vecinos cuando todo ya estaba firmado, confirmando que no cuenta con los afectados para planificar las obras. Su obligación es resolver problemas, no crearlos”.

La ubicación del carril bici es uno de los puntos más polémicos. Los vecinos cuestionan por qué se ha situado junto a las casas, donde impide la instalación de terrazas y dificulta las labores de carga y descarga, en lugar de colocarlo junto al muro de la estación, donde no causaría estos problemas y el trazado sería más continuo. “La negativa de la alcaldesa a negociar estos cambios ha sido rotunda, a pesar de que se comprometió a responder, y los vecinos aún esperan una solución”, señalaron.

Un caos en la movilidad del barrio

Otro problema derivado de las obras es la reordenación del tráfico en la zona. Según el PP, los cambios previstos complicarán el acceso a las calles y garajes de los vecinos, eliminando el doble sentido en la Avenida de A Sardiñeira, suprimiendo giros clave en la Ronda de Outeiro y la calle Europa, y generando un previsible colapso en la rotonda de la Avenida da Grela.

“El barrio necesita un plan específico de movilidad que minimice los perjuicios para los vecinos y permita una integración adecuada de la nueva estación intermodal. Los cambios actuales obligarán a los residentes a dar rodeos innecesarios y complicarán su vida cotidiana”, subrayó Lorenzo.

El Partido Popular exige al Gobierno local que escuche a los vecinos y actúe con responsabilidad para evitar más cierres de negocios y garantizar la calidad de vida en A Sardiñeira, un barrio ahora enfrentado a un futuro incierto debido a decisiones municipales que, según los afectados, “se han tomado de espaldas a quienes más las sufren”.