Croma key: el fondo de la guerra
El croma key es un proceso mediante el cual se extrae un color del fondo de una imagen o video (por lo general verde) y se reemplaza el área que ocupaba ese color por otra imagen o video, un montaje. Algo así supone el mundo es cómo funciona el presidente ucraniano en su rally mundial virtual, una especie de premios Grammy cuando habla en los parlamentos, u Oscar en el caso del Consejo de Seguridad de la ONU, aunque con resultados dispares. Presentado como un “dirigente de guerra” un ‘Winston Churchill’ moderno, prohíbe los partidos políticos opositores y cierra los medios de comunicación en su contra. Una nueva definición de “demócrata”.
Como nadie sabe quién da las ordenes y maneja el ejército en Ucrania, más allá de Estados Unidos, muchos suponen que este fondo verde le permite al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, aparecer dando una conferencia desde las mismas entrañas de la guerra o emerger paseando por la costera Miguel Alemán en Acapulco. Lo cierto es que la estupidez del amparo mediático de Occidente le permite, entre otras cosas, brindarle la palabra a un soldado ucraniano de ascendencia griega de la ciudad de Mariupol, que casualmente era miembro del regimiento neonazi Azov, cuando hablaba con dicho parlamento. Es obvio que no lo hubiera hecho en otro país que no fuera Grecia, lo que dice mucho de cómo los ucranianos ven a los helenos.
Esta imagen es solo una fracción del relato occidental de la intervención Z –o invasión a Ucrania–, dependiendo del fondo que quiera ponerle. El gobierno alemán, por ejemplo, para los periódicos del mundo, tomó el control de la filial alemana de la empresa de gas rusa Gazprom. Según asegura Berlín, el hecho está plenamente justificado, aunque sea una decisión sin precedentes del Ministerio de Economía y Clima. ¿Por qué? Simple, porque lo que realizó Alemania se llama nacionalización en América Latina y en caso de la Venezuela de Chávez, piénselo en voz baja, sería una expropiación. Occidente no atenta contra la propiedad privada extranjera, no nacionaliza y, menos aún, Dios nos guarde, expropia.
La disputa mundial se mueve entre los deseos de Occidente y las realidades económicas del mundo y del bloque sancionado. Japón puede enfrentar el primer déficit de cuenta corriente en 42 años si el petróleo llega a $ 130. El mundo finge demencia en sancionar a Rusia, salvo algunas excepciones, porque negocios son negocios. Ni el perturbado Bolsonaro se le ocurre caer a los pies de quien vende los mismos productos que Brasil, léase Estados Unidos, por condenar a Moscú. Sabe que los BRIC comenzaran una nueva idea de comercio y finanzas entre ellos y nadie quiere faltar a la cita.
Occidente puede seguir jugando a sancionar a los belicosos rusos mientras le convenga. Por eso, el presidente ucraniano Zelensky no tiene ni voz ni voto, y menos aún tiene permitido firmar la paz hasta que las ganancias americanas se consoliden y China entienda que este cortometraje es un simple avance de la nueva temporada llamada Taiwán.
La última salva de Rusia fue vincular los precios del oro al rublo y ambos al precio de las materias primas, principalmente gas natural y, potencialmente, de muchas otras materias primas que Rusia exporta, como dijimos en nuestra último entrega. Los pagos de gas natural deben ser en rublos o en oro. Este avance apresura la degradación del dólar como moneda de reserva global, especialmente cuando se considera que la hegemonía del dólar se ha basado en el acuerdo de ‘petrodólares’, por el cual ha sido efectivamente respaldado por petróleo desde el cierre de la ventana del oro en 1971. Ahora, es el turno del rublo y, quizás, el siguiente del yuan, si China ataca a Taiwán.
Hay una estrecha relación entre el oro, el petróleo y las materias primas, y al parecer Rusia ha encontrado una forma de vincular su moneda no al dólar, sino a las materias primas a través del oro, y China ha estado haciendo lo mismo durante dos años, sin el vínculo del oro. La lógica es escapar de las consecuencias de la expansión de la moneda y el crédito para el dólar y otras monedas occidentales a medida que se socava su poder adquisitivo. Y el uso de una clavija de oro es un desarrollo interesante en este contexto.
Tratemos de entender este vínculo del oro con las materias primas y el rublo, con el cuadro presentado más abajo. El Banco Central ruso quedó que hasta junio comprará oro a un precio de 5.000 rublos el gramo, lo que significa que, como la onza equivale a 31.10 gramos, el valor de la onza será 155.536 rublos (5.000 x 31.10). Con un rublo/dólar a 80, el oro cuesta 1.950 dólares. A medida que el rublo se revalúe, el oro aumenta. Al obligar a los importadores de gas a girar dólares o euros al banco Gasprombank, jugador central –recordemos que no está sancionado– el quien toma el papel de mandar los dólares o euros al BCR para que los cambie a rublos y compre oro.
Aquí se producen varios movimientos juntos. El rublo se fortalece como ha venido sucediendo: hoy está en 75 dólares, cuando en la invasión llegó a estar a 154 por dólar. Se vuelve una moneda más liquida y el oro aumenta su precio. Como el rublo está anclado al oro, las materias primas aumentan su valor.
El rublo se ha apreciado frente al dólar desde la invasión de Ucrania. ¿Qué sucede si el rublo continúa apreciándose?, más aún cuando las obligaciones de pago en rublo se materialicen en gas natural, el petróleo, el estaño, el níquel, el trigo y otros productos básicos de Rusia. Es probable que la demanda de rublos aumente más que disminuya. Si la Fed vuelve a la QE con esteroides, en una marcada desaceleración de la economía y otra caída de las acciones, esto ejercería presión sobre el dólar. La combinación de un dólar más débil y un rublo más fuerte respalda la idea de que el oro está subiendo.
Es una historia similar para los precios de otros productos básicos, en los que la máxima estabilidad se encuentra en los precios medidos en gramos de oro. Retomando el punto, las monedas están cada vez más vinculadas a las materias primas en un nuevo Bretton Woods. Parece que Rusia tiene la intención de utilizar el oro como sustituto de las materias primas para estabilizar el rublo. En lugar de un tipo de cambio fijo del oro, el Banco Central de Rusia (RCB) se ha dejado sabiamente la opción de revisar periódicamente el precio que pagará por el oro después del 1 de julio.
Según Teyler Durent, en su artículo Comienza la revolución de las materias primas y las divisas, el tipo de cambio dólar/rublo ahora puede ser controlado fácilmente por el RCB, porque la forma en que se maneja la demanda de rublos escasos se convierte en una cuestión de política. El brazo de pago de Gazprom (Gazprombank) está actualmente exento de las sanciones de Occidente y los pagos de gas y petróleo de la UE se canalizarán a través de él. En términos generales, hay cuatro formas en que un consumidor occidental puede adquirir rublos:
- Comprando rublos en las divisas.
- Depositando euros, dólares o libras esterlinas en Gazprombank y haciendo que ellos hagan la conversión como agentes.
- A través de Gazprombank, aumentando su balance para proporcionar crédito, pero se requeriría garantía que no está sancionada.
- Por medio de bancos extranjeros que crean créditos en rublos, que pueden pagarse a Gazprombank contra la entrega de suministros de energía.
Como vimos, la creación de eurodólares de crédito se hace a través de Gazprombank. Esta política trae dos consecuencias, la primera es que, desde la suspensión de Bretton Woods en 1971, el gobierno de los EE.UU. ha tratado de suprimir el oro frente al dólar, alentando el crecimiento de los derivados del oro para absorber la demanda. Que el oro haya pasado de U$S 35 a U$S 1930 hoy, demuestra la inutilidad de estas políticas.
Los beneficios de las reservas de oro también se han hecho deliberadamente para aquellos que las tienen. Y he aquí que los bancos centrales que dejan sus reservas de oro depositadas en los bancos centrales occidentales los expone a sanciones, en caso de que una nación caiga en desgracia con Estados Unidos. Sin duda, el tema se está discutiendo en todo el mundo y es probable que sigan algunas solicitudes de repatriación de lingotes. Los países que han ganado intereses dejando los lingotes de oro en bancos centrales del primer mundo, convirtiendo este almacenamiento en una actividad rentable, ahora probablemente no renueven los acuerdos de intercambio y arrendamiento, exigiendo la reasignación de lingotes en cuentas asignadas. Esta d idea llevaría a drenar la liquidez de los mercados de lingotes. Entonces se producirá un aumento del precio del oro.
El otro punto que reafirma la idea rusa de mantener las materia primar atadas al oro y rublo es China, que reconoció rápidamente las políticas monetarias de la Fed cuando redujo en 2021 su tasa de fondos al límite de U$S 120 mil millones cada mes. La señal sobre la futura degradación del dólar fue clara, por lo que China comenzó a acumular petróleo, productos básicos y alimentos, solo para deshacerse de los dólares. Esto contribuyó al alza de los precios de las materias primas en dólares, que comenzó a partir de ese momento, a pesar de la caída de la demanda por el Covid y los problemas en la cadena de suministros.
Cuanto más luche Estados Unidos por afirmar su autoridad, mayor será la probabilidad de una división en la sociedad occidental. Europa necesita desesperadamente la energía rusa y Estados Unidos no. Europa no puede permitirse el lujo de apoyar incondicionalmente la política estadounidense.
Los efectos económicos de una moneda fuerte, respaldada por materias primas, desafían las creencias monetarias y económicas predominantes en Occidente. Los argumentos a favor de la desvinculación del sistema monetario dominado por el dólar se han vuelto, de repente, convincentes.