Los habitantes de esta zona, son personas trabajadoras que optaron por empeñar sus vidas en residir en un lugar alejado de la vorágine cotidiana. Muchos, han empleado el patrimonio propio y heredado, con el fin de residir en un pueblecito próximo a la ciudad. No nos llevemos a engaños.

Los residentes en los alrededores del CHUAC están peleando por una mejora en la calidad de atención sanitaria para todos. Cierto es, que verte obligado a abandonar tu hogar no es plato de buen gusto para nadie, pero siendo realistas la ubicación del Hospital en esta zona es un claro agravio para todos.

Nuestros mayores se verán obligados a acudir a una mega estructura mal ubicada para cualquier dolencia que no se arregle con un Paracetamol. Algo tan necesario para la independencia de nuestros mayores como un lugar próximo donde sanar sus achaques, se verá envuelto en un lío enorme de solicitar ayuda a vecinos y familiares. Cierran los centros de especialidades de los barrios, obliga a nuestra población envejecida a ser aún más dependientes e inseguros. Esto se traduce en una compleja situación para todos. ¿Quién acompañará al mayor al médico? ¿Cuántos mayores aguantarán sus dolencias por no molestar a los suyos?

¿Cuánta población ha de padecer por una decisión absurda? Ni la ubicación es buena, ni someter a los enfermos a obras es lo adecuado. No queremos una pirámide para enterrar a un faraón, ¡queremos un hospital para cuidar de los ciudadanos!