¿Galicia, Galicia, Galicia?
Hace tan solo unos meses Feijóo decía que Galicia era su casa, que no se iba a marchar y que aquí estaba su sitio. ¿Dónde ha quedado todo eso? ¿Ahora Galicia se le queda pequeña, no es una región “libre”, o es que, simplemente, la ha utilizado como trampolín para llegar a Madrid?
La política española ha dado un giro sorprendente en los últimos meses, ¿quién nos iba a decir que iban a echar de una manera tan cruel a Pablo Casado y que iba a ser Feijóo, nada más y nada menos, el que fuera a sustituirle finalmente?
La verdad, parecía algo un poco alejado de la realidad, todos y todas pensábamos que Feijóo tenía aquí su sitio, que estaba cómodo y no quería salir de su “zona de confort”. Después, habría gente que también se creyera su último lema electoral: “Galicia, Galicia, Galicia”, y que de verdad se preocupaba por la ciudadanía gallega. Podría haber diversas opiniones, pero, en general, coincidíamos en que Don Alberto no se iba a marchar, total, ¿para qué?
Pero…¡sorpresa! Esta semana ha anunciado que en 15 días deja la Presidencia de la Xunta de Galicia, está por España “haciendo campaña” (yo lo considero más un baño de masas que otra cosa, quiere mostrar su poder, su influencia, y que sus bases le quieren), y, por último pero no por ello menos importante, ha llegado a decir que quiere volver a Madrid porque es un lugar libre que ama la libertad…
Sí sí, pero es que todavía es el Presidente de todos los gallegos y gallegas. ¿En qué lugar nos deja eso? Pero es que no solo eso, sino que también ha decidido acercarse a Vox diciendo que la violencia vicaria es “violencia intrafamiliar” y no “de género”... Fue tal el revuelo que tuvo que rectificar en Twitter, claro (es que, además, él mismo y su partido votaron a favor de esa consideración en el Parlamento de Galicia).
No sé qué opinarán los demás, pero a mí me da la sensación de que Feijóo no sabe moverse por fuera de Galicia, parece un pulpo en un garaje que está intentando “adaptarse” pero mal. A ver qué es lo que pasa en estas semanas, y a ver cuál es el futuro del PP. Creo que queda mucho por ver.