Unas gotas cada mañana, o cada noche, y progresivamente dejan de dolerte articulaciones y músculos, parece magia, pero no lo es, la clave es el aceite de magnesio uno de los minerales esenciales que debemos absorber de forma correcta para evitar la aparición de varios tipos de enfermedades. 

Este mineral participa en al menos 300 reacciones bioquímicas del organismo y, entre estas, se destaca su capacidad para mantener una óptima salud muscular, nerviosa y cardiovascular.

En lp10 hemos creado una forma única que combina el sulfato de magnesio, el cloruro de magnesio y el MSM es capaz de disminuir la severidad de dolores comunes como el de espalda, cabeza y articulaciones.

¿Cómo lo hace?

El magnesio promueve la relajación de los músculos y, al disminuir la inflamación, acelera el proceso de recuperación.

Unos niveles óptimos de magnesio en el organismo ayudan a mejorar la síntesis de calcio, lo que repercute en unos huesos fuertes y saludables. Su uso regular disminuye la inflamación y mitiga el impacto negativo del estrés oxidativo y las toxinas.

Oral y en aceite tópico, un dúo infalible

Pero los beneficios de la ingesta del magnesio se multiplican cuando los combinamos con su fórmula vía tópica.

El aceite de magnesio, si se aplica sobre las piernas, relaja los músculos y mejora el paso de la sangre. Esto reduce el riesgo de sufrir várices y arañitas vasculares, las cuales se forman cuando la sangre tiene problemas para retornar hacia la parte superior del cuerpo.

Además,

• favorece el sueño porque relaja la tensión muscular
• controla el estrés
• refuerza el sistema inmunológico
• Y ayuda a mejorar la salud de las encías y disminuye la acumulación de placa en los dientes, minimizando el riesgo de padecer infecciones y enfermedades de la boca.

No es magia, es bioquímica.