Odontología del futuro: salud bucal e inteligencia artificial
La Odontología está experimentando una revolución gracias a la integración de la era digital y los procesos basados en la inteligencia artificial en el diagnóstico y tratamientos dentales. Esta fusión entre tecnología y salud bucodental promete mejorar la precisión, eficiencia y accesibilidad a los servicios odontológicos.
Muchos de los avances modernos basados en la tecnología informática que llevan años produciéndose en el campo de la medicina en general y de la odontología en particular giran en torno a los recursos y “flujo digital” y más recientemente en la “Inteligencia Artificial”.
El flujo digital en Odontología consiste básicamente en la integración de registros y archivos digitales del paciente desde distintas fuentes para el procesado de esta información a través de programas informáticos especializados que integran y generan patrones y bibliotecas de trabajo que permiten la materialización de un producto final (en forma de prótesis, aditamentos, estructuras intermedias, etc.) para la elaboración de un producto final en distintas subespecialidades de la odontología que se utilizará y aplicará en la clínica dental.
De otra parte, y en esta misma línea de trabajo, están las aplicaciones actuales y futuras de la Inteligencia Artificial (IA) basadas fundamentalmente en el uso de algoritmos para el diagnóstico temprano de enfermedades dentales que mediante el análisis de imágenes radiográficas y datos clínicos pueden detectar, por ejemplo, ciertas anomalías y alteraciones (patológicas, mecánicas...) con una precisión sorprendente, antes incluso de que sean visibles para el ojo humano lo que permitirá actuar de manera proactiva y prevenir problemas graves en etapas tempranas. La IA está además transformando la planificación de tratamientos dentales pudiendo generar modelos tridimensionales precisos de la boca del paciente, lo que facilita la personalización de los procedimientos. Algo que ya viene perfeccionándose desde hace años mediante la integración computerizada de tomografías y el escaneado intraoral de la boca del paciente lo que permite, entre otras muchas aplicaciones, la fabricación de guías quirúrgicas 3D para la colocación de implantes dentales o la fabricación de alineadores de ortodoncia, todo ello previa planificación y diseño virtual en el ordenador por parte de un operador (procesos que ya hemos implementado en nuestra propia consulta y que, por ejemplo, mejora la precisión de los tratamientos y el posoperatorio quirúrgico de nuestros pacientes de implantología).
Otro aspecto innovador es el desarrollo de robots dentales controlados por IA, dispositivos que podrían realizar tareas específicas directamente en la boca del paciente o para procesos de rehabilitación, si bien irían más bien enfocados a la elaboración de piezas, prótesis y biomodelos que luego se utilizarían o colocarían directamente en la cavidad oral y se adaptarían con elevada precisión a las necesidades individuales de cada paciente.
La teleodontología es otra área en la que la IA dejaría huella. Mediante el análisis de imágenes y datos transmitidos de forma remota, los sistemas de IA podrían proporcionar un diagnóstico preliminar y recomendaciones de tratamiento a pacientes que no pueden acceder fácilmente a un dentista en persona, lo cual sería especialmente beneficioso para agilizar la atención en situaciones de urgencia, o en zonas geográficas de difícil acceso.
Sin embargo, a pesar de todos estos avances, es importante reconocer que la IA no reemplazará nunca la habilidad y experiencia de los odontólogos “de carne y hueso”, y mucho menos sus manos... Pero sí actuará como una herramienta complementaria, ayudando a los profesionales de la odontología a ofrecer un cuidado más preciso, eficiente y accesible a sus pacientes, con beneficios significativos para ambos.