Rejuvenecimiento del tercio facial inferior (2ª parte)
Desde finales de los años ‘90 el ácido hialurónico se empezó a utilizar en cosmética y estética facial con excelentes resultados como relleno cutáneo biocompatible para corregir o mejorar arrugas, surcos, líneas de expresión y asimetrías faciales, además de para dar volumen a determinadas zonas de la cara.
El ácido hialurónico es una sustancia natural que se encuentra en nuestro cuerpo, especialmente en la piel, y tiene la capacidad de retener grandes cantidades de agua, de ahí que ayude a mantener la piel hidratada y con volumen como acabamos de explicar. Con el envejecimiento, la producción de ácido hialurónico disminuye, lo que lleva a la aparición de arrugas, pérdida de firmeza y volumen en el rostro. La infiltración de ácido hialurónico es un tratamiento popular en medicina estética para contrarrestar estos signos de envejecimiento.
Así, en nuestra área, desde el punto de vista bucal, constituye una alternativa terapéutica cada vez más empleada para la mejora y REJUVENECIMIENTO DEL TERCIO FACIAL INFERIOR (conjunto de la cavidad oral y la zona peribucal o periferia de la boca, desde la base de la nariz hasta la rama mandibular) complementando un tratamiento dental previo y/o simplemente para mejorar determinados signos propios de la edad y el paso del tiempo como son:
- el surco nasogeniano (el pliegue que se produce a ambos lados de la nariz y los labios)
- arrugas de expresión del labio superior (o “código de barras”),
- arrugas de las comisuras labiales,
- líneas de “marioneta” (o pliegues a ambos lados del mentón, bajo los labios),
- aumento del volumen y perfilado labial, tanto superior como inferior.
Así pues, la infiltración de ácido hialurónico no sólo ayuda a disminuir las arrugas de expresión, sino que también hidrata y tonifica la piel. La remodelación facial con esta sustancia natural de base acuosa consiste en una hidratación profunda de la piel, siendo un tratamiento indoloro puesto que se aplica previamente un anestésico (ya sea superficial en forma de pomada o más profundo como el usado para un empaste o una extracción dental) y se infiltra con microcánulas. Tras llevar a cabo el tratamiento puede hacerse vida totalmente normal siguiendo una serie de recomendaciones para las primeras horas.
El ácido hialurónico es una sustancia muy segura ya que, como dijimos, está presente en nuestro cuerpo de manera natural por lo que su rechazo por parte del paciente una vez infiltrado es muy poco frecuente. De hecho, según estudios recientes, tan sólo un 3% de las personas que se someten a este tratamiento ha presentado algún tipo de reacción, y la mayoría de estos efectos suelen desaparecer por sí solos en un corto período de tiempo. También contamos con sustancias antídoto que revierten en pocos minutos los efectos indeseables que pudieran surgir, lo que la convierten en un sustancia muchísimo más segura comparándola, por ejemplo, con el bótox, inyecciones de silicona o hilos tensores, ya que su infiltración no es más que, como ya explicamos, una hidratación subcutánea natural. Así el ácido hialurónico es un tipo de relleno biodegradable o reabsorbible de lo más utilizado por ofrecer mayor seguridad en general. Esto es así siempre y cuando su aplicación se lleve a cabo por parte de profesionales formados y autorizados para hacerlo y con el uso de productos que cumplan todas las normativas.
En este sentido el odontólogo (con esta formación complementaria) es uno de los especialistas capacitados y autorizados legalmente para indicar y realizar dichas infiltraciones de ácido hialurónico en el tercio inferior de la cara, ya que es conocedor de la anatomía bucodental y facial, y sabe cómo conseguir armonía estética en el rostro.
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