El asociacionismo y el parasitismo
Una de las asociaciones más antiguas y que perdurarán en el tiempo, es el parasitismo, que como estudiamos en ciencias, consiste en que un ser vivo, vive a expensas de otro ser vivo.
He sido toda mi vida un fiel creyente de la bondad del asociacionismo, “la unión hace la fuerza”, “sumando ganamos más que restando”, “muchos hilos juntos hacen una cuerda fuerte”, etc. etc. Precisamente, la trampa del asociacionismo es, el parasitismo. Los romanos tenían una frase cortísima pero extraordinariamente elocuente para defender el asociacionismo era : “do ut des” que significa: “te doy, para que me des”; esa es la esencia de unirse, de asociarse.
El asociado no está solo para esperar que le den, tiene que aportar a la asociación, no puede esperar que vengan a él, tiene que comunicarse con sus “socios” sobre todo, con los que están trabajando para los demás. Hay la creencia, y sucede, se piensa que ser un buen asociado es exigir, defender con fuerza los derechos que como asociado le corresponden, pero olvidar totalmente las obligaciones (como mucho, cumplir la obligación de pagar las cuotas).
“Do ut Des” La asociación te da ideas, herramientas, tiempo, mucho tiempo, tú has de darle ideas, usar las herramientas, aportar tu visión, no estar pasivo, esperando y lo que es peor criticando, no sumando.
Hace unos años para comunicarnos no había más remedio que reunirse, y era difícil asistir, ahora con el Whatsapp , con el correo electrónico, con las redes sociales, los asociados pueden pedir toda clase de explicaciones, dar cantidad de ideas, en facebook o en la web, pueden seguir el trabajo de la asociación, hacer grupos, (como nuestra querida “guerrilla dos Mallos”) lo que hace falta es tener vocación de asociacionismo, sumar, o mejor multiplicar.
En este número ponemos una idea que puede “meter” clientes en los negocios, sólo teneis que poner vuestro cuño o firmar, animar a los clientes, que recorten esa hoja y completen los recuadros. SUMEMOS.