Beneficios del agua de mar en la piel
Ya en el siglo XVIII las propiedades curativas de los baños con agua de mar eran bien conocidas entre la clase aristocrática londinense, poniéndola de moda en toda Inglaterra y extendiéndose rápidamente al resto de Europa, lo que dio lugar a los primeros centros de talasoterapia.
El agua salada y de mar tiene ciertas propiedades que son saludables para nuestro cuerpo, en particular para nuestra piel, posee una gran cantidad de oligoelementos que proporcionan importantes beneficios a la piel, como sodio, zinc o yodo: al entrar en contacto con el agua salada, en la superficie cutánea tiene lugar un proceso llamado ósmosis, por el cual nuestro cuerpo “absorbe” estos elementos, produciéndose así la renovación de los mismos en nuestro organismo.
Es por eso que el placer que sentimos al sumergirnos en ella no se debe sólo a que la asociamos con las vacaciones y los paisajes caribeños, sino también a una explicación física.
El agua salada es un limpiador natural de la piel: la desintoxica y estimula su regeneración celular, además de ayudarla a mantenerse hidratada. Excelente para un tratamiento de piel seca y/o irritable, y para quienes padecen eccemas, acné o psoriasis.
Ayuda a relajar las tensiones y por ende, los dolores musculares, ya que contiene bromuro.
Nadar en agua salada mejora la circulación sanguínea. Contiene potasio, muy bienvenido por nuestro organismo, ya que la sangre lo necesita después de practicar ejercicio.
Es buena para el sistema nervioso, contiene magnesio.
El sodio del agua salada contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico, y el calcio que contiene ayuda a mantener la fortaleza de los huesos.
Así que aquí tienes un lindo hábito que puedes incorporar a tu vida diaria: nadar en agua salada.