King’s Road significa literalmente Calle del Rey y es donde me crié de niña. Está situada en el suroeste de Londres, junto al río Támesis. 

Estoy realmente agradecida de haber vivido en un barrio agradable, cargado de historia y rodeado de zonas de conservación y edificios significativos.  

A menudo solía pasear a lo largo del río Támesis, se puede pasear tranquilamente y apreciar las hermosas vistas del río y del puente Albert. Durante el día es un lugar impresionante, pero por la noche el puente se ilumina y es espectacular. Sea cual sea la estación, es un paseo que vale la pena. 

La historia de esta calle no es lo que la mayoría de la gente viene a buscar, pero aun así es divertido e interesante poder adentrarse en la historia que hay detrás de un lugar. 

El nombre de King’s Road se debe a que era un camino privado para el rey Carlos II cuando viajaba a Kew en el siglo XVII. Se convirtió en vía pública en 1830, en una época en la que la zona empezaba a  poblarse de artistas, creativos y bohemios que influyeron enormemente en su legado. 

Más recientemente, la calle estuvo en el punto de mira del público en los años 60 y 70 como centro de la moda británica. Desde la cultura Mod a la contracultura Punk, todo ocurría aquí. Se convirtió en refugio de los mods ingleses, con la famosa visita de Jimi Hendrix y The Beatles, y en los setenta fue importante para el movimiento Punk. 

Recuerdo cuando iba al colegio y miraba con asombro a los coloridos punks de King’s Road. Esto fue en los años 80 y mucho ha cambiado desde entonces, pero todavía hay algunos vestigios del pasado. 

Vivienne Westwood fue una diseñadora británica y abrió por primera vez su tienda con Malcom McClaren, mánager de The Sex Pistols en 1971. Su emblemática tienda está en el 430 de King’s Road, y la gente sigue acudiendo hoy a rendirle homenaje. 

King’s Road fue el comienzo, el lugar al que llamé hogar durante muchos años. Ahora lo llevo en mi corazón y veo su nombre a diario en la fachada de mi escuela, lo que me hace sonreír.