A Coruña, 31 de marzo de 2021

Rodrigo Gil, miembro del Colectivo Renda Básica A Coruña y director de la Oficina de Dereitos Sociais da Marea Atlántica, señaló que la Renta Básica Universal (en adelante, RBUI) es individual, incondicional y suficiente, a diferencia de las rentas asistenciales que no son individuales y tampoco suficientes. En las rentas asistenciales, además hay tal condicionalidad que no abarcan ni a los colectivos para ayudar a los cuales, fueron concebidas.

Por otro lado, en el contexto de que hay trabajos no remunerados, como los de cuidados y crianza, hay paro, hay trabajo precario, la RBUI nos da una autonomía, frente al hecho de que en pleno siglo XXI siga existiendo pobreza en Europa.

La RBUI está concebida como un derecho, por lo que todo el mundo la recibiría una vez implantada..

Sonia González, con experiencia en la asistencia a personas en riesgo de exclusión señaló que las rentas asistenciales atentan contra la dignidad de las personas, ya que se establecen condiciones que muchas veces atentan contra esa dignidad e incluso, en algunos casos, contra su salud. Por otro lado, mientras que las rentas asistenciales están concebidas como algo provisional, que ayuda a la inserción, en realidad es cada vez mayor el porcentaje de personas en una situación cronificada de dependencia. .Defendió el trabajo de asistencia como punto de apoyo a la toma de decisiones de la ciudadanía.

Las personas que solicitan asistencia se suelen sentir mal tratadas. Se les pide mucha documentación, tienen dificultades para conseguirla por internet. Los servicios de asistencia están teniendo que dedicar gran parte del trabajo a ayudar a tramitar solicitudes de Ingreso Mínimo Vital y acompañar en los trámites.Están teniendo jornadas maratonianas de trabajo.

Xosé Cuns, director de EAPN Galicia Rede Europea Contra a Pobreza, indicó que el 24% de la población gallega está en riesgo de exclusión.  Se considera pobreza severa cuando una persona percibe menos de quinientos euros al mes; en esta situación se encuentran 178.000 personas en Galicia, casi un 8%. En España son tres millones de personas en esta situación.

La situación de pobreza es estructural, nunca ha bajado del 20%, si bien está agravada por la crisis, la situación es previa. Afecta especialmente a mujeres e infancia.

Frente a esta situación, de gran pobreza y colapso de servicios sociales, las rentas asistenciales se enfocan como que la persona solicitante es culpable de su pobreza y debe además demostrarla, con procedimientos burocráticos muchas veces kafkianos y sería mucho más eficaz la implantación de la RBUI. Pero mientras ésta no existe,las entidades asistenciales tienen que hacer frente al presente: hoy hay gente en la cola que necesita resolver ya su situación. Hay una resistencia, tanto política como social a la RBUI, “hay que merecer la ayuda” y en ese contexto se ubica la incidencia política para ir ganando espacio paulatinamente a la pobreza. 

En España, las rentas asistenciales son diferentes en cada comunidad autónoma. En ese sentido, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) es un factor de igualdad entre territorios y es lo que se ha conseguido con años de incidencia  política de las entidades implicadas en la lucha contra la pobreza. Si bien se ha puesto en marcha sin coordinación con las comunidades autónomas, ni los servicios sociales municipales, ni las entidades, esto se está haciendo sobre la marcha. Consideró que la reclamación de una RBUI ha producido avances como el IMV. Actualmente protege 201.410 personas. Las rentas asistenciales autonómicas cubren a 214.000 personas.

Ya en el coloquio, una persona que trabaja en asistencia social en Amigonianos relató su experiencia con el IMV. Muchas personas que no tenían acceso a Internet acudían a su oficina para tramitar el IMV. Tienen solicitudes sin contestar desde junio y muchas trabas desde la RISGA para mantener la prestación con la excusa de que ya venía el IMV. Llegan requerimientos un poco absurdos que parece que se hagan para dilatar el proceso. Resulta muy frustrante y es un maltrato institucional. En la Seguridad Social no dejan pasar al trabajador social, incluso con personas que no saben leer… El trabajo social se está convirtiendo en tramitar citas y acompañamientos.

Por otro lado, en Galicia, la Xunta se comprometió a destinar a inclusión social todo lo que se ahorre de RISGA debido al MMV, a diferencia de otras administraciones.

El IMV obliga a hacer la Declaración de la Renta, con lo cual Hacienda ya tiene los datos de ingresos y eso elimina mucha tramitación de certificados.

Las rentas asistenciales están en función del gobierno de turno, que puede abrir o cerrar parcialmente el grifo, mientras que la RBUI, un derecho, que no podría ser alterado por uno u otro gobierno.

Hay estudios que dicen para que desaparezca la pobreza de una familia hacen falta tres generaciones. Esto dificulta hábitos elementales como la planificación, el ahorro, etc., crea una especie de túnel mental que te encierra en la pobreza.

Otra persona del público en pobreza severa expuso que en Galicia tenemos la segunda renta más baja de España tras la de Extremadura.Con 450 euros hay que pagar alquiler, comida, luz, agua, etc.La muralla de papeleos para conseguir la ayuda es tal,que mucha gente desiste o queda atrapada en contradicciones burocráticas.La RISGA exige como veinte documentos para solicitarla. Habría que eliminar la palabra “ayuda”, porque se trata de gestionar un derecho. Hay personal de la Xunta que tiene instrucción de no leer el informe si falta algún documento; muchas veces en el informe se explica justificadamente la falta de ese documento... eso se utiliza para retrasar el procedimiento.

Se planteó también el tema de la vivienda “No conseguimos colocar ese tema en la agenda política”. Nadie quiere alquilar una vivienda a una persona que vive de una prestación social. 

El sistema asistencial llegó a ser tildado de “violencia administrativa! Hoy hay que empezar a hablar del derecho incondicional a la satisfacción de las necesidades básicas.

Está en marcha la Iniciativa Ciudadana Europea por la Renta Básica Incondicional. Se tienen que recoger un millón de firmas en un mínimo de 7 países para que se debata el tema en el Parlamento Europeo.  En España solo faltan por recoger 24.198 firmas, “fomentar esta campaña es enormemente positivo y útil”.