Esta protesta es la respuesta de los sindicatos ante lo que consideran continuos ataques por parte de la dirección de Abai Group, administrador único de la empresa propiedad de ABS.

La historia reciente y no tan reciente de EXTEL Coruña ha sido y continúa siendo convulsa. La empresa de tele marketing radicada en A Coruña ha protagonizado a lo largo de su historia multitud de titulares por su gestión y su relación con la plantilla de trabajadores. Antes incluso de que Adecco se desprendiese de la empresa en 2020, ya existían conflictos y procesos judiciales abiertos entre los representantes de la plantilla y su antigua dueña. En el 2016, por ejemplo, las formaciones sindicales protestaron en denuncia por un ERE realizado por Adecco. En este año 2021, concretamente el 4 de febrero, el sindicato CGT hizo pública la situación de una trabajadora que dejó de cobrar su sueldo por un supuesto error administrativo del que no había sido informada. La formación convocó una concentración contra la mutua ASEPEYO para denunciar la situación de abuso que sufren los trabajadores por parte de las mutuas. 

Tras la compra de ABS, proceso que el comité acusó de poco transparente, la situación no ha mejorado en el seno del centro de trabajo coruñés. Así, el sindicato CGT indica que Abai Group ha tomado una serie de decisiones de forma unilateral que empeoran las condiciones laborales: la eliminación de la formación, la modificación del sistema de incentivos o el cambio arbitrario de secciones son algunos ejemplos de ello, tal y como relata la formación. “Diariamente estamos sometidas/os a máis presión, obrigándonos a realizar máis tarefas no mesmo tempo mentras atendemos aos/ás clientes/as o que fai máis imposible aínda alcanzar os seus obxectivos inhumanos e o que é peor, este nivel de esixencia repercute negativamente na nosa saúde”: Explican en el comunicado del comité.

El último desencuentro entre la dirección de EXTEL y los trabajadores viene derivado de un conflicto al respecto de las vacaciones. Según narra el comité Abai Group estaría incumpliendo el acuerdo de vacaciones, firmado por la empresa y producto de un proceso de negociación colectiva. CGT señala que se trata de un intento de robar las vacaciones de los empleados mediante un burdo e incomprensible argumento.

“O 18 de febreiro plantámonos, o 18 de febreiro colgamos os cascos.” Concluye el comunicado.