Adicciones
Una de cada cuatro personas sufre una adicción comportamental según la OMS
El pasado mes de septiembre conocíamos la historia del primer caso del mundo de un niño hospitalizado por su adicción al videojuego Fornite. La historia del joven tenía unas características concretas, pero trae a colación problemáticas complejas que nos aquejan como sociedad y acerca de las cuales se cierne el desconocimiento: Las adicciones comportamentales, la ludopatía y su efecto devastador en las vidas de adultos y jóvenes.
Son muchas las circunstancias que nos han traído hasta el momento actual: el aumento del uso cotidiano de las nuevas tecnologías, el aumento sustancial del negocio del juego y las apuestas, distintos factores psicológicos que cada vez se presentan antes… Incluso la pandemia ha tenido repercusiones en la sociedad que parece que nos hacen más proclives y desde antes a sufrir dependencias sin sustancias que, además, son más difíciles de detectar.
El Ministerio de Sanidad, a través de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, publicó este año la tercera edición del “Informe sobre Adicciones comportamentales: juego con dinero, uso de videojuegos y uso compulsivo de internet en las encuestas de drogas y otras adicciones en España EDADES y ESTUDES”, de acuerdo a la actualización correspondiente a los resultados publicados de la encuesta EDADES 2019/2020.
Las conclusiones del informe apuntan a que el juego con dinero y el uso de internet son actividades ampliamente extendidas en nuestra sociedad. Así, entre 2019 y 2020, un 64,2 % de la población de 15 a 64 años ha jugado con dinero en el último año de manera presencial, online o ambos, mientras que, un 94,5% ha usado internet con fines lúdicos.
El estudio apunta a una ascendente prevalencia de juego con dinero, en especial entre los grupos de menor edad en el caso del juego online, así como las cifras de posible juego problemático o trastorno del juego.
Las cifras son claras: cada vez jugamos más, jugamos antes y aumenta el peligro de cruzar la línea de lo lúdico. Lo importante, en estos casos, es tener la información que nos permita actuar a tiempo y acercarnos a las entidades y organizaciones que nos pueden ofrecer los recursos necesarios para paliar los riesgos o solucionar el problema. Antes de nada hay que entender de lo que estamos hablando.
¿Qué son las adicciones comportamentales?
A finales del pasado siglo irrumpió con fuerza el concepto de una adicción que se caracterizaba por no estar relacionada con la drogas clásicas como el alcohol y el tabaco ni a drogas sintéticas. Se trataba de actitudes o comportamientos que llevadas a su extremo impedían llevar una vida satisfactoria. El juego patológico, el abuso de internet y las redes sociales, la adicción a las compras, al sexo o al trabajo son las principales adicciones comportamentales. El Instituto Castelao las define así :un comportamiento se vuelve hábito cuando se repite continuamente o forma parte de nuestro día a día. Y éste se torna una adicción cuando la conducta domina la vida del individuo y éste es incapaz de controlarla o erradicarla; a pesar de los daños que genera para él. Así pues, lo que diferencia un hábito de una adicción, es la obsesión o la compulsión que reviste el comportamiento. Entonces, el comportamiento se transforma en una enfermedad que altera la vida del consumidor a todos los niveles: personal, familiar, social, laboral y económico.”
Para poder saber si nosotros o algún ser querido está sufriendo una dependencia. contamos con algunas banderas rojas que pueden advertirnos del problema:
- Cambio del estado de ánimo
La irritabilidad o la depresión son a menudo una señal clara de que existe algún factor que aleja de un comportamiento normal. Las adicciones producen cambios repentinos de humor y de sus emociones. Pueden estar eufóricos y, al poco rato, irascibles. - Bajo rendimiento laboral o escolar
Las adicciones suelen conllevar una mayor distracción y una bajada de rendimiento en el trabajo o, en el caso de los adolescentes, del rendimiento académico. - Aislamiento social
Las adicciones siempre van en aumento, y los enfermos necesitan más dosis. Ello provoca que la persona cada vez se aisle más y quede absorbida por la sustancia.
Sus relaciones personales, al mismo tiempo se ven gravemente deterioradas. Aparecen problemas económicos y cambios de conducta que generan este aislamiento - Incremento del gasto
Los adictos tienen grandes gastos económicos debido al consumo de la sustancia. - Cambios en la rutina diaria
Como la falta de apetito alternando con episodios de hambre descontrolado.
En el Agra del Orzán contamos con expertos en el tema que pueden asesorarnos y que trabajan cada día por evitar que más personas sufran la tragedia de pasar por una dependencia, así como ayudar a reconstruir las vidas de aquellos que ya se han sumergido en ellas. Se trata de AGALURE una asociación que lleva desde 1994 implicada en la información, prevención y rehabilitación de la ludopatía y otras adicciones comportamentales. Se encuentra en la calle Pasteur.
En AGALURE, un equipo multidisciplinar de expertos ofrece a los adictos y a sus familias diferentes servicios claves frente a estas situaciones críticas. La psicoterapia con consultas cualificadas, las terapias de grupo para pacientes y familias, el asesoramiento jurídico y las herramientas de reinserción social forman parte de sus tareas diarias. Aunque tampoco descuidan la parte formativa, informativa y de concienciación para colaborar en la prevención de estas adicciones.