personas mayores
A Coruña es la tercera provincia gallega más envejecida
El envejecimiento es un proceso natural y paulatino propio del desarrollo vital de los seres vivos.
Cada día, debido sobre todo a los cambios demográficos profundos que nuestra sociedad ha vivido y vive, otorgamos más importancia a la información sobre esta etapa. Más aun cuando todos los estudios parecen mostrar que a más conocimientos previos, mejor calidad de vida de las personas mayores. Nuestro equipo, con este fin, ha realizado una guía de recursos y servicios para personas mayores en la ciudad de A Coruña.
Galicia es la tercera comunidad autónoma más envejecida de España
A Coruña y Vigo son de los pocos municipios que siguen creciendo, dependiendo para ello sobre todo de la inmigración exterior. Aun así, pese al saldo positivo en los cierres de año, es evidente que nuestra población también está envejecida. Una circunstancia que se hace más palpable en algunas zonas concretas. Según los datos por distrito, el barrio de Los Mallos y A Sardiñeira son los más envejecidos de la urbe. Mientras tanto, A Zapateira y Novo Mesoiro, destacan por ser los que más población joven acogen.
En 1 de cada 4 hogares de A Coruña vive sola una persona de más de 65 años
Los datos también señalan otra tendencia de cambio relacionada con las personas mayores: Cada vez son más los que viven solos. Este fenómeno está muy relacionado con el aumento de la edad que permite una independencia, gracias a la solución o el retraso de algunas complicaciones físicas y mentales relacionadas con la edad.
Los datos en A Coruña señalan que existen 28.300 hogares formados solo por 1 jubilado. El dato ha crecido en un 32% en una década. Es decir, 6.878 más que hace 10 años. Esta cifra coloca a la urbe herculina como la primera de las 7 grandes ciudades.
No obstante, esta independencia y la calidad de vida de los mayores, serán mejores y más aprovechables cuanta más información tengamos en nuestro poder. Solo así podremos asegurar el famoso envejecimiento activo.
El envejecimiento activo y sus pilares
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido este concepto como el proceso a través del cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez. Para lograr este objetivo de poder alargar nuestras vidas en circunstancias óptimas de salud y bienestar hay 4 pilares básicos a los que los mayores deben de prestar especial atención: la actividad física, bienestar mental, participación social y alimentación saludable. El sedentarismo, la soledad, el aislamiento y la dieta pobre son los principales enemigos de los mayores y debemos combatirlos con información.
Las personas mayores sienten más miedo a la soledad que a la enfermedad
Diversos estudios dedicados a la investigación psicológica de mayores han constatado que se trata de un grupo de edad que se encuentra bien ajustado emocionalmente. Es decir, las patologías relacionadas con las emociones, como podría ser el trastorno de ansiedad generalizada, no son más prevalentes entre los mayores que en otras etapas del desarrollo vital. No obstante, sí que presentan preocupaciones y miedos propios de su grupo y que, además, en este caso inciden directamente en su autonomía personal.
Existen 3 fobias específicas entre los mayores a las que debemos atender. El miedo a las caídas es uno de ellos. Este puede venir provocado, sobre todo, por la merma paulatina de las capacidades físicas y por los estereotipos que las personas cercanas al mayor tienen acerca de la autonomía de su ser querido. En pocas palabras, nuestra preocupación y las ideas preconcebidas que tenemos sobre las capacidades de las personas de edad, terminan generando un miedo que muchas veces reduce su autonomía. La realidad es que, en la mayoría de los casos, las personas de edad avanzada subestiman o sobreestiman sus capacidades físicas, pero en pocos casos se tiene un autoconcepto ajustado y realista de la propia independencia.
El miedo a la soledad es una de las preocupaciones más presentes entre las personas mayores. Incluso cuando los estudios muestran que más del 60% no se sienten nunca sola. Esta fobia se comprende fácilmente al analizar que una de las características propias de esta etapa de la vida como lo es el proceso paulatino de pérdida de seres queridos: cónyuges, familiares, amigos… Así mismo, aunque cada vez más personas escogen la opción de vivir solos en la vejez, también se ha constatado una mayor presencia de cuadros de ansiedad en quienes toman esta elección.
El tercero de los miedos significativos para nuestros mayores es el de sufrir un robo o una agresión en la calle. Es cierto que las estadísticas indican que no son, para nada, el grupo de edad que más se ven afectados por esos delitos. Sin embargo, el progresivo repliegue al espacio doméstico provoca una pérdida de control sobre el espacio externo que termina provocando una mayor sensación de peligro y vulnerabilidad.
La investigación gerontológica lleva muchos años trabajando para derribar los mitos, prejuicios y estereotipos que rodean a las personas mayores. Solo mediante una correcta evaluación de las capacidades de nuestros seres queridos y un conocimiento profundo de lo que la vejez significa, podremos ayudarles a conseguir alargar su calidad de vida, su autonomía y, por lo tanto, su felicidad y autoestima.