El equipo blanquiazul sale derrotado de Butarque ante un rival directo en la lucha por el descenso

Se las prometía felices el Deportivo insinuando, desde las redes sociales que “si las gaitas no tocamos, los pepinos nos papamos”. Ni el calor de la afición deportivista desplazada a Leganés fueron suficientes para sufrir una de las derrotas más humillantes de la temporada.

Para este partido el todavía técnico blanquiazul, dispuso de cuatro cambios; la entrada de Pedro Mosquera en la medular, en el sitio del lesionado Borges , el lateral izquierdo que fue ocupado por Navarro en lugar de Luisinho, Bruno Gama que se lo “dejó olvidado en Coruña, fue sustituido por Carles Gil y Joselu que ocupó el puesto de delantero en detrimento del goleador Andone.

Desde el primer momento el equipo blanquiazul no encontró su sitio sobre el césped de Butarque, solo dos acciones una de Carles Gil después de un centro chut y la ocasión más clara que estuvo en las botas de Joselu, tras un pase en profundidad de Kakuta. El Leganés, sabiendo lo que se jugaba, se mostró bien asentado sobre el terreno de juego y materializó las dos primeras llegadas a la portería de la meta defendida por Lux, con sendos goles.

El Deportivo se encontró a la media hora de juego, con dos pepinazos encima del cuadro madrileño. Ni los cambios realizados por Garitano dieron efecto. El técnico vasco se la jugó dando entrada a Andone por un desdibujado Pedro Mosquera y buscando la mordiente de Luisinho mandando a la caseta a Kakuta.

La tarjeta roja directa a Albentosa, fue el culmen de los despropósitos vividos en el partido. El equipo deportivista recibió dos goles más del Leganés que dejaron muy tocado al plantel deportivista.

Al finalizar el partido silbidos para el presidente del Deportivo y Richard Barral, gritos de “jugadores mercenarios” y petición de dimisión para el entrenador deportivista Gaizka Garitano.