Comer bien
Se puede comer fuera de casa sin que la báscula lo note
Comer fuera de casa por trabajo, placer o necesidad puntual no significa que haya que descuidar nuestra alimentación, cada vez más los menús de los restaurantes tienen en cuenta en sus propuestas algunas para elegir que son equilibradas, ligeras pero sobre todo nutritivas y dietéticas.
Existe la creencia o incluso a veces la excusa y el autoengaño de que “si no como en casa no me puedo cuidar”, hoy felizmente no es como antes y las cosas han cambiado mucho y en los restaurantes podemos escoger menús además de placenteros, saludables y esto afecta tanto a las comidas de trabajo como a las comidas de placer.
En el restaurante se puede tomar por ejemplo un primer plato de gazpacho o una crema o puré de verduras tanto caliente como frío y un pescado o una carne a la plancha o a la parrilla con una guarnición vegetal de temporada o una ensalada y de postre una macedonia de frutas o un yogur.
Desde el punto de vista profesional estas opciones resultan además muy recomendables ya que a las comidas muy pesadas le siguen digestiones interminables que arruinan cualquier actividad laboral.
Y si la comida se realiza en el propio lugar de trabajo el contenido de nuestras fiambreras puede ser también saludable a través de recetas ligeras y siempre con una destacada presencia de frutas y verduras. Un buen menú de fiambrera puede ser una ensalada bien completa (lechuga, tomate, cebolla, zanahoria, queso fresco, taquitos de pavo, atún, pimiento y huevo cocido) y un yogur de postre.
Por todo ello ya no tenemos excusa si queremos cuidarnos “ El que quiere, puede”.