Su nombre no es casualidad, ya que está pensado para unir a un público más adulto y nostálgico, con artistas consagrados de los años 90 y 2000, como Amaral, La Oreja de Van Gogh y Coti, cuyas canciones forman parte de la memoria colectiva del país. Esas melodías que nos acompañaron en momentos clave—desde el primer amor hasta las vacaciones familiares—provocan estados de ánimo que hacen de este festival una experiencia emocional.

Festival Urbano coruñés 

El Recorda Fest se desarrolla en pleno centro de A Coruña, una ubicación perfecta para quienes buscan disfrutar de buena música sin la incomodidad de acampar. En este ambiente urbano, el festival actúa como un "rescate" emocional antes de volver a la rutina, con un entorno cómodo que permite disfrutar de los conciertos, saborear un buen vino o descansar en las áreas designadas para el público. En esta edición, descubrimos alguna delicia gastronómica, como el espumoso gallego  Alma Atlántica, con las opciones de uva albariño o mencía y a precio accesible, y el jamón asado de castañas, un bocadillo que fue elogiado por muchos asistentes.

A pesar de la nostalgia y la diversión, hubo algunos aspectos que generaron frustración. Uno de los principales problemas fue la logística de las pulseras de acceso, ya que muchos asistentes, después de aparcar lejos, tuvieron que volver sobre sus pasos para recogerlas en un punto específico alejado del recinto, lo que provocó malestar general. Sin embargo, esto no empañó la esencia del festival.

Para nosotros, que nunca habíamos asistido a un festival, el Recorda Fest fue una experiencia reveladora. La música, como los aromas o los sabores, nos transportaron a momentos clave de nuestras vidas, haciéndonos recordar por qué esas canciones siguen siendo tan importantes para nosotros.

Música para digerir el final del verano 

El Recorda Fest de A Coruña se ha consolidado como uno de los eventos más importantes del verano en Galicia, dejando tras de sí dos días de música, nostalgia y emociones compartidas. Celebrado en el emblemático Muelle de Batería, el festival reunió a más de 23.000 personas entre ambas jornadas, con un cartel que combinó a artistas icónicos del pop en español, como La Oreja de Van Gogh, Amaral, Coti, Fran Perea, Marlon y Maldita Nerea, entre otros.

El sábado 7 de septiembre actuó, la banda vasca La Oreja de Van Gogh una actuación que fue, sin lugar a dudas, uno de los momentos más esperados del festival. A las 21:15 horas, ante miles de asistentes que coreaban sus canciones con entusiasmo, la banda arrancó con Cuídate, transportando de inmediato a los asistentes a una época marcada por sus grandes éxitos. Canciones como El último vals, Inmortal, París y Rosas hicieron vibrar al público, especialmente a los millenials que crecieron con la música de la banda. El recital, que también incluyó temas más recientes como Sirenas, culminó con la icónica 20 de enero, poniendo fin a una actuación impecable que dejó a muchos pidiendo un bis que no llegó.

El ambiente del festival fue, en todo momento, una mezcla de celebración y nostalgia. Los asistentes, en su mayoría grupos de amigos y familias, disfrutaron del entorno marítimo de A Coruña mientras compartían la experiencia de escuchar en directo las canciones que marcaron sus vidas. El área VIP estuvo repleta de fanáticos que no querían perder detalle, la presentadora Paula Vázquez, el político Diego Calvo y el productor de cine, José Manuel Lorenzo, hermano del candidato del PP de Coruña Miguel Lorenzo, entre las caras conocidas, mientras que el resto del público disfrutaba desde cada rincón del recinto, a pesar de la amenaza de lluvia que finalmente no se materializó, regalando una tarde de clima perfecto para un festival al aire libre.

La música no fue el único protagonista del evento. Álvaro de Luna, también uno de los artistas destacados, ofreció una actuación que emocionó a los presentes, y la presencia de su exnovia, Laura Escanes, en las gradas, acompañada por el modelo Juan Betancourt, no pasó desapercibida entre el público. Fran Perea fue otro de los artistas que capturó la atención de los asistentes, recordando su popularidad con canciones como Uno más uno son siete, que arrancaron los aplausos de los presentes. Coti, con su clásico Antes que ver el sol, y la banda Marlon completaron el repertorio de la tarde, antes de que el festival se cerrara con una energética sesión de DJ Nano, que mantuvo la fiesta viva hasta bien entrada la noche.

Para muchos, el Recorda Fest no solo fue una oportunidad de revivir los grandes éxitos del pop español, sino también un espacio para la convivencia intergeneracional. Familias enteras, jóvenes y mayores compartieron un evento que, a pesar de ser la primera vez para algunos, como fue mi caso, se sintió como un encuentro entre amigos de toda la vida. Las luces del escenario, el sonido impecable y el entorno marítimo crearon una atmósfera única que difícilmente será olvidada por los asistentes.

El Recorda Fest es candidato a convertirse en un referente para los festivales en Galicia. Este evento, que marca el final del verano y el preludio a la rutina, no solo celebra la música, sino también la capacidad de esta para unir a generaciones y crear recuerdos inolvidables. Un broche de oro para el verano coruñés, que ya anticipa con ansias la próxima edición.