Salud bucodental
Sonrisas más blancas con… carillas estéticas (1)
Muchos pacientes nos preguntan de qué modo podrían lograr una sonrisa y unos dientes más blancos, tal y como los que lucen la mayoría de personajes públicos, famosos y presentadores de la televisión. Aparte de la influencia de los focos de televisión, de los sets de rodaje y de algunos trucos de cine, la respuesta está en las distintas técnicas estéticas que la Odontología moderna pone al alcance de todas aquellas pacientes (famosas o no) que quieran mejorar el color de sus dientes.
En los próximos artículos hablaremos de los diferentes tratamientos estéticos que dentistas y pacientes tenemos al alcance hoy en día para cambiar ese tono de dientes con el cual no nos identificamos, que en ocasiones incluso genera verdaderos complejos o simplemente son un deseo para mejorar y rejuvenecer nuestro aspecto facial.
Las carillas estéticas pueden ser la opción ideal para dejar atrás todas tus preocupaciones a la hora de sonreír. Se trata de unas láminas muy finas que se adhieren en la parte frontal de las piezas dentales que presenten algún tipo de problemática. A través de este tratamiento podemos mejorar ya no solamente el color (seleccionable entre una amplia gama de tonos) sino también las anomalías de forma, textura superficial, tamaño del diente, o incluso la posición de los dientes del paciente. No es de extrañar que gracias a su eficacia sea uno de los tratamientos estéticos más frecuentes en nuestras consultas.
Además de estos factores que ya explicamos (modificación de color, forma, tamaño y posición) y según cada caso concreto, otras ventajas de las carillas son que :
- permiten cerrar espacios entre dientes separados
- resultan ser un tratamiento conservador y mínimamente invasivo
- su preparación y colocación no es dolorosa
- no requieren muchas sesiones ni demasiado tiempo de trabajo
- son muy resistentes
- resultan muy naturales estéticamente
- disminuyen la visión de la encía al sonreír
- rejuvenecen el aspecto de la sonrisa
Antes de decidir si se recurre a uno u otro tratamiento de estética dental para aclarar, blanquear o modificar en general el tono del esmalte es necesario valorar el estado dental en cuestión, la necesidad o no de realizar algún tratamiento previo y finalmente considerar la mejor opción según el objetivo deseado, dado que el diagnóstico puede ser muy distinto.
Existen distintos tipos de carillas dentales según los gustos y las necesidades médicas y económicas de cada paciente:
- Carillas de composite. También llamadas carillas directas o de resinas compuestas, se elaboran en la misma clínica durante una sola sesión. Si el caso es el indicado, son una buena alternativa para mejorar la sonrisa. Se trata de un material que se aplica por capas directamente sobre el diente previamente tratado.
- Carillas de porcelana y zirconio. Con ellas se logran unos resultados de alta estética y muy satisfactorios para el cliente. En este caso, la preparación de la superficie dental es diferente al de las carillas de composite, requiriendo un diseño específico de la misma. Posteriormente se toman una impresión o copia del diente y se remite a un laboratorio donde se confecciona la carilla con una cerámica dental específica para ello. Se trata de unas finísimas y muy resistentes láminas de cerámica que en último lugar se adhieren a los dientes con una resina adhesiva especial.
Un estudio realizado acerca de las partes de la cara que resultan más influyentes a la hora de observar, hablar e interactuar con otra persona concluyó con un alto porcentaje que se trata de los dientes y la sonrisa. Y es que la sonrisa habla de nosotros mismos e incluso de nuestro estado de ánimo, siendo por tanto un claro reflejo de nuestra personalidad y actitud frente a los demás. Es por éso que un tratamiento como es el de las carillas estéticas, puede mejorar drásticamente la imagen que proyectamos hacia los demás.