Medio ambiente
¿Caza o protección del lobo?
Este fin de semana se encontró el cuerpo de un lobo abatido por arma de fuego en Pontevedra. En Galicia la actividad cinegética sobre el lobo está regulada y depende de un permiso de las autoridades para llevarse a cabo. Esta especie solo puede ser cazada después de que se hayan acreditado daños producidos por el animal. Circunstancia que no se da en este caso. Por ello, los cazadores que hayan abatido a este ejemplar se enfrentan a cuantiosas sanciones administrativas y a la retirada de su permiso de caza.
El lobo en España y Galicia
El lobo es un mamífero carnívoro que cuenta con un millón de años de historia. Surgidos en el Pleistoceno, han demostrado a lo largo de los siglos su extraordinaria adaptabilidad. Son animales inteligentes, dotados con extraordinarios sentidos y sociales. Los lobos viven en grupos de individuos emparentados y claramente jerarquizados. La hembra y el macho alfa, la pareja dominante, se reproducen. El resto coopera en las labores de caza y cuidado de la manada.
El lobo, como otros grandes depredadores, ha sido ampliamente estudiado por sus beneficios para la conservación de la biodiversidad del ecosistema en el que viven. En este sentido, esta especie se ha demostrado clave por el efecto que tiene en el mismo. Su influencia es notoria, ejerce básicamente un control sobre otras especies modificando las densidades y el comportamiento de sus presas.
Aunque en los últimos años se ha observado una lenta recuperación de la especie, lo cierto es que los lobos han sido extirpados del 80% de sus territorios europeos y norteamericanos. En la actualidad las mayores poblaciones de estos mamíferos se encuentran en Canadá y Rusia y se estima que aglutinan el 70% de la especie según los datos oficiales.
En España entre 2012 y 2014 se realizó un Estudio Nacional de Lobos que señalaba la existencia de 297 grupos reproductores de este animal en el territorio del Estado. Aunque los datos cambian dependiendo de las variables utilizadas y del número de individuos que se asumen en los grupos o del índice de mortalidad, los diferentes estudios estiman que hay entre 2300 y 3000 lobos en España. Por su parte, en Galicia los datos oficiales apuntan que en nuestra comunidad viven alrededor de 90 manadas con un total de entre 600 y 800 ejemplares.
La legislación en España acerca del lobo no es igual en todas las comunidades y depende principalmente de si las poblaciones de este animal se encuentran al norte o al sur del Duero. En el primer caso, al norte del Duero, los lobos están recogidos en el anexo de especies animales o vegetales de interés comunitario cuya recogida en la naturaleza o explotación pueden ser objeto de gestión. En el segundo, al sur Del Río, los lobos forman parte de las especies animales o vegetales de interés comunitario para cuya conservación es necesario designar zonas especiales de protección y que requieren una protección estricta. Así mismo se encuentran recogidos en el listado de especies silvestres en régimen de protección especial.
El cómo, cuándo y quién puede cazar un lobo depende de la regulación de la comunidad autónoma. En el caso de Galicia, solo puede realizarse la actividad cinegética sobre un ejemplar de esta especie con un permiso de las autoridades y cuando se haya acreditado un daño por parte del mismo. Sin embargo, aunque oficialmente desde 2014 no se ha abatido ningún lobo en batida oficial, algunas asociaciones aseguran que alrededor de 200 individuos fallecen por accidentes de tráfico y por caza furtiva.
El debate sobre el lobo
Existe un debate acerca del lobo y el control de la especie y su protección. Las asociaciones ecologistas y las dedicadas a este animal aseguran que no supone un peligro, que es beneficioso para la biodiversidad y que su sistema de reproducción asegura su propio control. Señalan, además, que hay otras formas de mantener controlada la abundancia de este mamífero sin que medie la actividad cinegética. Añaden que si el lobo en Galicia es patrimonio de todos los gallegos, el coste de los daños generados por el animal dividido por toda la ciudadanía supone un coste ridículo que se justifica con la preservación de la especie.
Algunos ganaderos, por su parte, han denunciado daños sobre sus animales por parte de los lobos. Consideran que debe existir un control más estricto y que su actividad económica puede peligrar si las poblaciones crecen. A estas reclamaciones se unen las asociaciones o grupos a favor de la caza del lobo que aseguran que la actividad cinegética es la mejor forma de control de estas especies y que, incluso, puede ser beneficiosa para las mismas.
Control por medio de actividad cinegética o protección absoluta al lobo. Estas son las posturas de ambos opuestos. Sea como fuere, la caza furtiva del lobo como presuntamente es el caso pontevedrés es ilegal y será investigada para establecer las sanciones necesarias.