Oza

Monelos: el río que Oza no puede olvidar

Somos mayoría los que jamás hemos visto el Río Monelos fluir por la superficie de A Coruña. Conocemos su existencia de forma lejana: Porque una calle lleva su nombre, porque hemos escuchado a alguna persona mayor hablar de él o porque la curiosidad nos ha impulsado a conocer cómo era nuestra ciudad antes de habitarla.
Monelos: el río que Oza no puede olvidar
Río Monelos
Río Monelos

La pérdida de algo tal como un río afecta en detrimento del patrimonio natural, cultural, social e identitario de una urbe. Por eso Oza no puede olvidar que tuvo un río y que aún está a tiempo de recuperarlo.

Los ecosistemas naturales de un lugar son parte de su patrimonio. Configuran la vida social de los vecinos y vecinas y, en muchas ocasiones, son claves para el mantenimiento de la calidad de vida. Las ciudades no han dejado de cambiar: desde la voracidad urbanística del siglo XX, hasta la conciencia ecológica de hoy; quien habita una urbe va aprendiendo qué es esencial o no para un futuro digno y mejor. Así, cada vez son más las personas que a día de hoy defienden la protección de los espacios verdes. Sin embargo, hay lugares que ya han sufrido las consecuencias de no haber sido protegidos. Es el caso del Río Monelos de A Coruña. Sin embargo, son muchas las voces que no se dan por vencidas y defienden su recuperación.

El río de los muchos nombres

El río Monelos nace en la parroquia de San Vicente de Elviña, cerca del límite entre A Coruña y Arteixo y desemboca en los muelles de San Diego. A lo largo de todo ese recorrido se le conoce de distintas formas. Desde su nacimiento baja hacia Feáns con el nombre de Rego de Beneirón. Sigue su trayecto hasta Mesoiro, llamado Rego de Campos. Continúa paralelo al polígono de Pocomaco, ya conocido como Río Mesoiro. A partir de aquí ya se encuentra completamente canalizado y soterrado hasta San Diego, atravesando en su recorrido los barrios de Martinete, Someso, O Birloque, Polígono de Elviña, Monelos, A Cubela e A Gaiteira. Es durante este último tramo donde recibe el nombre de Río Monelos.

De frontera natural a parte de la red de saneamiento

Durante décadas el Río Monelos fue la frontera natural entre A Coruña y la parroquia de Santa María de Oza. Por aquel entonces discurría por la calle Ramón y Cajal, para desembocar a la altura de la Casa do Mar. Sin embargo, en 1776 se toma la decisión de desviar su curso para construir el edificio de Correos Marítimos que, más adelante, se convertiría en la clásica Fábrica de Tabacos.

El siglo XX fue el año trágico para el Río Monelos. En 1909 un temporal provoca que se desborde e incomunica toda la ciudad de A Coruña. La falta de depuración y de tratamiento de las aguas, provocaba que los ríos urbanos sufriesen un estado lamentable que podía llegar a suponer peligros de inundación. Además, a mediados de siglo y con una clara idea desde el gobierno de primar el desarrollo industrial y económico de la urbe, a costa de los espacios verdes y el patrimonio natural, comienza a plantearse la opción de canalizarlo bajo tierra, ganando espacio urbanizable. Las obras de soterramiento comienzan a partir de 1966, haciendo desaparecer de la vida de los vecinos y vecinas el río de A Coruña.

En la actualidad, tras el soterramiento, el río se divide en dos cuencas: una que va a desembocar en San Diego y la otra en la depuradora de aguas residuales. Es en Feans en el único lugar donde todavía podemos ver nuestro río en superficie.

Son muchas las voces que reclaman la recuperación no sólo de la memoria del Río, sino de su recorrido en superficie. En 2016 se estrenó el documental “Esquece Monelos” que recorría la memoria colectiva de la ciudad mediante la historia de su río enterrado. Desde la UDC también se han escuchado propuestas para la recuperación del Río y su historia. MonRiver es un proyecto de investigación cuyo objetivo es el de definir distintas metodologías para la restauración del Río Monelos y la puesta en valor de su curso natural en un entorno urbano. Por su parte, el gobierno municipal de A Coruña ha mostrado su interés en estas propuestas aunque todavía no se haya concretado en ninguna iniciativa.

Monelos: el río que Oza no puede olvidar