Tratado de Prohibición de Armas Nucleares
El pleno municipal de Santiago de Compostela insta al Gobierno de España a ratificar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares en Naciones Unidas
Como anteriormente sucedió con las bombas de racimo y las minas anti-persona, se ha iniciado el proceso para prohibir las armas nucleares. El Tratado de Prohibición de Armas Nucleares – TPAN ya aprobado por Naciones Unidas debe ser ratificado por cincuenta estados para que entre en vigor. España, de momento, mira hacia otro lado. El pleno municipal de Santiago de Compostela insta al Gobierno de España a ratificar el tratado.
Pressenza | 23.07.2018 - Santiago de Compostela - Mundo sin Guerras y sin Violencia
El pasado jueves 19 de julio, Manuel Dios, concejal de Cultura por Compostela Aberta, presentó al pleno municipal de Santiago de Compostela una moción para instar al Gobierno de España a ratificar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares.
El Tratado se aprobó en julio del pasado año en la Conferencia para la Prohibición de las Armas Nucleares y se abrió a la firma por parte de los Estados el 20 de septiembre, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas. Entrará en vigor en cuanto haya sido ratificado por un mínimo de cincuenta Estados.
“Cada Estado Parte se compromete a no emprender jamás y bajo ninguna circunstancia el desarrollo, la producción, la prueba, manufactura, ni tampoco adquirir, poseer o acumular armas nucleares ni otros artefactos nucleares explosivos, como tampoco a utilizar ni amenazar con la utilización de armas nucleares u otros artefactos nucleares explosivos.” Los países miembros de la OTAN, incluyendo al Estado Español, de momento no han ratificado el TPAN.
En la presentación de la moción Manuel Dios argumentó: “España no posee armamento nuclear, ni fue víctima de su uso, pero sí conoce los riesgos de su almacenamiento y transporte”. Recordó el accidente de Palomares (Almería). “El Estado Español debería tener un papel mucho más activo en la promoción de la Cultura de la Paz y en la prohibición de este tipo de armamento (…) Las administraciones locales también tenemos responsabilidad tal y como nos recuerda acertadamente Beatrice Fihn. Santiago de Compostela no es sólo una más de las Ciudades por la Paz de esta amplia red internacional en la que están aquellas que sufrieron en carne propia las consecuencias del horror nuclear. Somos la capital de Galicia y tenemos un enorme valor simbólico, ejemplarizante, para la ciudadanía y también para las administraciones públicas locales”. Concluyó formulando que la moción “insta al Gobierno a ratificar el Tratado, a promover la firma por parte de los países miembros de la OTAN y demás estados que aún no lo ratificaron y a llevar a cabo, en concordancia con las Naciones Unidas las acciones diplomáticas multilaterales que conduzcan a la eliminación definitiva del armamento nuclear”.
Rubén Cela, en nombre del BNG defendió la iniciativa recordando que el Pleno de Santiago ya se declaró municipio desnuclearizado hace siete años a iniciativa del Bloque y se adhiriera al acuerdo de la Xunta de Galicia de 2006 mediante el que se acordaba “la prohibición de localizar en territorio gallego un cementerio nuclear o depósitos de almacenamiento de residuos nucleares, la prohibición de que en Galicia se construyan centrales nucleares y continuar el apoyo a políticas de ahorro y eficiencia energética además de incrementar el uso de energías renovables en nuestro modelo energético”.
También que a finales de los 70 el nacionalismo gallego trabajó para que no se instalara una central nuclear en Xove. Recordó también la lucha contra la Fosa Atlántica y la paralización del cementerio nuclear que quiso instalar en Galicia la empresa Enresa. Cela abundó: “Asimismo se aprobó en abril de 2011 nuevamente en la Xunta, a iniciativa del BNG declarar a Galicia zona desnuclearizada además de solicitar al Gobierno del Estado que se prohíba que en la zona de Galicia naveguen buques que transporten residuos nucleares y que en el espacio aéreo correspondiente al territorio gallego circulen aeronaves que lleven armamento o mercancías nucleares”. Y añadió: “Nosotros tenemos un compromiso inequívoco e histórico contra las armas nucleares y por lo tanto vamos a votar favorablemente esta propuesta”.
Francisco Reyes, por parte del PSOE, anunció el apoyo de su grupo a la propuesta “entre otras cosas porque el 20 de junio de 2017 el grupo parlamentario socialista en el Parlamento del Estado presentó una proposición no de ley sobre el apoyo a la resolución EC-L41 de Naciones Unidas y la aprobación del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares y por lo tanto, lo que vamos a hacer es mantener nuestro criterio”. Recordó que en los años 70 hubo restricciones para la prohibición de armas biológicas y se prohibieron; que en los años 90 hubo resistencias para la prohibición de armas químicas y se prohibieron; que también en los años 90 en algunos países hubo resistencias a la prohibición de las minas anti-personas y se prohibieron; y que incluso en nuestro país en 2008 hubo cierta resistencia para prohibir la fabricación y comercio de armas de racimo y el Congreso de los Diputados aprobó una ley que impide tanto su fabricación como su comercio. Esto aún no ha pasado con las armas nucleares, pero estamos convencidos de que se va a conseguir, como se consiguieron las otras prohibiciones.
Alejandro Sánchez-Brunete, en nombre del PP, ironizó sobre la falta de competencias municipales en el tema del armamento nuclear, anunciando su abstención.
Manuel Dios recalcó que la moción responde a la petición de la Premio Nobel y se pasó a la votación que aprobó la moción.
Santiago de Compostela se convierte en el primer municipio español en realizar este posicionamiento, como ya hizo el de Milán en pasado mes de abril en Italia. Esta acción se suma a los 92 diputados y senadores del Congreso y Senado Español que hace menos de un mes también firmaron su apoyo al TPAN.
En el marco de una iniciativa mundial de ICAN para que las ciudades también se impliquen en la ratificación del TPAN, estuvo recientemente en Madrid Beatrice Fihn quien recibió el año pasado el Premio Nobel de la Paz.