Natural de Brasil, Diane llegó siendo muy niña a A Coruña. Creció en el barrio de Oza y decidió su rumbo profesional siendo muy joven: “A los 16 años quise dejar de estudiar y mis padres me lo dijeron muy claro: “O estudias o te pones a trabajar”. Ellos tenían un amigo que tenía una cafetería y empecé ahí. La hostelería es algo que me encanta. No elegiría otra cosa. No lo hago por obligación, es algo que siempre me ha gustado muchísimo”, cuenta Diane.

Con tan sólo 20 años ya comenzó a pensar en emprender su propio negocio, pero las circunstancias se lo impidieron. Continuó aprendiendo y trabajando en el oficio de la hostelería. Así fue al menos hasta que se cruzó con el local que hoy día regenta. Decidió aferrarse a la oportunidad, incluso con todos los inconvenientes que sabía que traía consigo empezar un proyecto en el contexto actual: “Yo soy muy cabezona y si algo me entra en la cabeza lo tengo que hacer. La parte más complicada fue decidir en qué lo quería enfocar. Yo sabía que tenía que hacer algo diferente o si no iba a ser uno más.”

La Tostería no es uno más, es el local donde las tostas son las protagonistas. Desde la clásica de jamón y tomate, hasta la alternativa vegetariana. Las reinas del público son las de chicharrones y queso del país y la de carrilleras al vino tinto. “Las tostas son algo fácil, que gusta mucho y para todos los públicos. Las pueden comer los niños y niñas y las personas más mayores.”, explica Diane. Para acompañar a las tostas, en el local también hay una pequeña carta de raciones con opciones como los langostinos crujientes, las croquetas, el raxo…

Las ganas y la pasión que Diane le pone a su proyecto son el motor del negocio que no para de crecer: “Llevar un negocio es muy duro, le echas muchas horas. Si quieres que las cosas salgan como tú quieres, tienes que estar aquí. Yo llevo 8 meses en los que me paso aquí desde la hora de abrir hasta el cierre, prácticamente. La suerte que tenemos es que va habiendo gente. Tenemos mucho trabajo.” No en vano, llegan de toda la urbe herculina los vecinos y vecinas deseosos de probar las especialidades de La Tostería. Se trata de un proyecto de futuro y con proyección. De hecho, Diane asegura que podemos estar seguros de que veremos surgir otra La Tostería en algún espacio nuevo de la ciudad. Un paso que dará con el tiempo, cuando el trabajo en Oza esté consolidado.