Más retrasos en la reforma de Alfonso Molina
La reforma de Alfonso Molina es una demanda histórica de A Coruña. Una vez más se han incumplido los plazos de tramitación y el proyecto continúa pendiente de aprobación. Un hito que debería haber culminado antes de finalizar el año.
Cuando se diseñó la venida de Alfonso Molina, se hizo con la estimación de un tráfico de alrededor de 60.000 vehículos a los que podría dar servicio. Hoy en día pasan por ella unos 120.000. El resultado evidente es el colapso de la vía que tiene como consecuencia que en la principal forma de acceso a la urbe la velocidad media no supere los 40,16km/h. También son frecuentes los accidentes menores que generan atascos que duran horas.
El tráfico no ha parado de aumentar en la gran avenida, ni parece que vaya a hacerlo. Motivo por el que ya en 2003 el proyecto de la ampliación comenzó a tomar forma. Sin embargo, hasta el año 2012 no hubo más noticias. Para aquel entonces, la Ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció que las obras comenzarían pronto. 2 años después el ministerio comunicó la licitación de la obra, pero en ese anuncio se quedaron las novedades. En 2015, 12 años después de que comenzase el periplo, el gobierno local de la Marea Atlántica presentó objeciones que el ministerio quedó pendiente de resolver.
En septiembre del 2022 volvimos a tener noticia de la ampliación tras la reunión que mantuvieron la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey y la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. En esa ocasión, se comunicó que el gobierno estaba en la fase de coordinación final con el ayuntamiento para la cesión al finalizar la obra. Un mes después, en el octubre pasado, Raquel Sánchez anunciaba que el ministerio estaba trabajando para que la aprobación del proyecto quedase resuelta a finales de año y que durante el primer semestre de 2023 se licitarían las obras cuyo presupuesto rondaría los 21 millones de euros.
Sin embargo, esta misma semana, fuentes del ministerio comunicaban que estaban trabajando en la supervisión reglamentaria del proyecto para, después, preparar la aprobación. Es decir, el paso previsto para finales del año pasado, todavía no se ha dado. Así, vuelve a comenzar el encadenamiento de retrasos, pues es poco probable que la licitación llegue antes de la segunda mitad del año. Con estas previsiones y haciendo gala de optimismo, los coruñeses tardarán como mínimo 4 años más en utilizar la vía ampliada.
La reforma completa está dividida en 3 fases que, sobre el papel, asegurarían la agilidad en los trámites. Los trabajos solo han comenzado en la primera de ellas: la pasarela peatonal de Pedralonga. Esta comenzó el mayo pasado, un año después de su adjudicación.
El grueso de las obras, pese a todo, se concentran en las dos partes restantes. La segunda es la reforma de los 2.5 quilómetros de la carretera donde se hará efectiva la ampliación. La tercera, por su parte, es la integración ambiental de la nueva Alfonso Molina.