El primer grupo llegó a nuestro país a finales de 2015: no volvimos a acoger a ningún otro refugiado hasta seis meses después, coincidiendo con la precampaña y la campaña electoral
El 70% de los refugiados reubicados y reasentados en España llegaron en el mes previo al 26J
Si el ritmo de llegadas sigue siendo el mismo, se necesitarían 36 años más para cumplir con la cifra de los 16.000 refugiados que España se comprometió a acoger en Bruselas
Fuentes del Ministerio del Interior aseguran que "aún queda margen" –hasta el plazo impuesto para 2017–, pero prevén que "el ritmo de llegadas siga siendo similar"
El pasado verano los gobiernos de la UE prometieron actuar ante la crisis de asilo que llegaba en precarias embarcaciones hasta sus cosas, en parte movidos por escándalos como el de la foto de Aylan . Aprobaron un plan de reparto de refugiados desde Grecia, Italia y terceros países ajenos a la UE que nunca llegaron a cumplir. España tampoco. Diez meses más tarde solo han llegado a nuestras fronteras 315 refugiados de los 16.000 que nos comprometimos a acoger en Bruselas. Menos de un 2%, que han llegado de manera muy irregular: el 70% lo hizo durante el mes previo a las elecciones del 26 de junio.
Los datos hablan. Los primeros 12 refugiados reubicados desde Italia aterrizaron en España en noviembre. A ellos se sumaron otros 6, que aterrizaron el 23 del último mes del pasado año, y juntos sumaron 18, una cifra que se mantuvo inamovible hasta seis meses más tarde.
Tuvimos que esperar hasta el 24 de mayo de este año para que el Gobierno trajera a los siguientes refugiados reubicados, a falta de un mes de la celebración de las elecciones generales del 26 de junio. Y, entonces, se aceleraron las llegadas de los asilados (dentro de las limitadas cifras españolas): un 70% del total llegaron durante el mes previo a las segundas elecciones generales.
¿Y el resto? Pocos días después del 26J. Sus llegadas fueron anunciadas en pleno discurso electoral, junto con la promesa de otros tantos centenares de refugiados que de momento no hemos llegamos a acoger.
El pasado 24 de mayo, el cansancio se mezclaba con las ganas de los veinte primeros "afortunados" que serían reubicados desde Grecia en nuestro país. Lo decían sus caras mientras hacían cola en el mostrador de facturación, a la espera del último paso para salir de Atenas. Ellos abrieron la baza a una segunda tanda de llegadas que intensificó una racha en la que el discurso de los representantes del Gobierno sobre las "obligaciones de España con los refugiados" se puso en auge.
Los anuncios a la prensa sobre las plazas de acogida que se ofrecían eran frecuentes, tanto por la vicepresidenta del Ejecutivo, como por el ministro del Interior y el titular de Exteriores. Finalmente, entre las promesas hubo algunos incumplimientos. En el último anuncio, Soraya Sáenz de Santamaría se comprometió a que para finales de junio hubieran llegado 586 personas (200 reubicadas desde Grecia e Italia y 386 reasentadas desde Líbano y Turquía), pero la cifra real sigue casi en la mitad.
36 años para cumplir con los 16.000
Fuentes del Ministerio del Interior afirman que "aún queda margen" para que España cumpla con Bruselas. El plazo que se marcó para que todas las plazas de acogida se completaran antes de 2017. "Se prevé que el ritmo en las llegadas siga siendo el mismo que hasta ahora, pues seguirán viniendo", añaden estas mismas fuentes.
Las cuentas, sin embargo, no cuadran. Si el ritmo de llegadas sigue siendo el mismo, para la fecha límite en 2017 España habría acogido únicamente al 5% de lo acordado, y se necesitarían 36 años más para cumplir con la cifra de los 16.000 refugiados que nuestro país se comprometió a acoger.
Mientras, el Gobierno insiste en que hay plazas disponibles de acogida para más refugiados. A la espera de que se ocupen, decenas de refugiados seguirán pasando sus noches en algún campo de refugiados en el sur de Europa, o en países de tránsito. "Urgimos a que se siga trabajando y se siga trayendo a la gente a la que nos hemos comprometido a acoger. Nosotros solo podemos hablar sobre las plazas que gestionamos directamente, pero desde luego, en este sentido, estamos preparados para que estas personas lleguen", asegura Raquel Gibaja, portavoz del programa de refugiados de Cruz Roja Española.
Otros números sí aumentan. Las muertes en el Mediterráneo ascienden a 2.977 personas durante el último semestre tratando de alcanzar las costas europeas, según los últimos datos de la Organización Internacional de Migraciones.
¿Por qué no llegan?
Fuentes del Ministerio del Interior achacan los retrasos en el cumplimiento de las llegadas a los trámites burocráticos. "El Ministerio da esas cifras en base a las solicitudes que hacemos, los expedientes que formulamos, pero a la hora de traerlos el proceso es complicado y exhaustivo. Estas personas tienen que pasar controles de sanidad antes de venir, y hay veces que cuando se les va a buscar al campo no se les encuentra. Otras veces ellos mismos cambian de opinión, etc.", aseguran a eldiario.es.
¿Quién ha conseguido completar este proceso de manera más rápìda? Canadá, por ejemplo, acogió a 25.000 refugiados entre diciembre de 2014 y febrero de 2015, pese a su lejanía geográfica con los principales puntos migratorios hacia Europa.
"Es una cuestión de voluntad política", dicen en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear). Quienes sobreviven a la travesía del bote hinchable esperan construir un futuro en una Europa que incumple sus compromisos de acogida. La secretaria general de la ONG, Estrella Galán, es contundente: "Hace un año dijimos que estos procesos suponían un avance, pero que eran insuficientes. Hoy decimos que la UE no ha sido capaz ni ha tenido voluntad de poner ese pequeño parcheante un drama humanitario que afecta a millones de personas".