Fuente: Pressenza | Redacción Barcelona | 07/07/2016

Desde la apertura del CIE de Barcelona en 2006 han sido muchas las voces que se han levantado para decir que no queremos un Centro de Internamiento de Extranjeros en nuestra ciudad ni en ninguna parte. A raíz de la movilización social, también lo han dicho las instituciones públicas: el Parlamento de Cataluña y Ayuntamientos como el de Barcelona, el Prat de Llobregat, Esplugues de Llobregat, etc.

Celebramos que estos posicionamientos no se queden en declaraciones simbólicas y que haya actos concretos en esta dirección. Celebramos que las administraciones públicas asuman su obligación de defender de los Derechos Humanos como una prioridad y por lo tanto usen todos los medios que tengan al alcance para impedir que se vulneren. El CIE de Barcelona no puede volver a abrir porque no se cumplen los requisitos de la licencia de actividades ni de seguridad, pero sobre todo no puede volver a abrir porque es un lugar donde se vulneran los derechos humanos, se criminaliza las personas migradas y se las priva de libertad.

El CIE no puede volver a abrir porque es una institución racista y porque es la punta de lanza de un sistema de deportaciones que empieza con los vareos policiales racistas y acaba en los vuelos de la vergüenza.

El CIE no puede volver a abrir porque forma parte de una política migratoria criminal, legitimada por el Gobierno español, que provoca la muerte de las personas que tratan de llegar a la Unión Europea y persigue a las personas que han conseguido llegar.

Antes de las elecciones, el Ministro Fernández Díaz se vio obligado a tirarse atrás en la fecha prevista para la reapertura, consciente del rechazo que genera y de la reacción que se estaba cociendo en las calles. Esta es la misma respuesta que encontrará si intenta una nueva reapertura. Hace 8 meses que Barcelona es una ciudad sin CIE y continuaremos exigiendo que el CIE no reabra nunca más.

Emplazamos al resto de administraciones que se han manifestado por el cierre del CIE, en contra de los vareos racistas y del sistema de deportación que no se limiten a instar en el gobierno del Estado Español a que cierren los CIE, les pedimos que también tomen medidas consecuentes, y que amparados en la voluntad popular, actúen de manera decidida y determinada para evitar la reapertura del CIE de Barcelona y para trabajar por otro modelo de política migratoria que haga que no haya CIE ni aquí ni en ninguna parte.

Como respuesta, ayer se celebró una concentración en Plaça Sant Jaume apoyando el cierre del CIE.