medio ambiente

Naciones Unidas lanza el Desafío del Agua Dulce

Seis países de América Latina y África se han unido para lanzar la iniciativa más grande jamás realizada para restaurar ríos, lagos y humedales degradados. El Desafío del Agua Dulce está liderado por Colombia, Ecuador, Gabón, México, la República Democrática del Congo y Zambia, y tiene como objetivo restaurar 300.000 kilómetros de ríos y 350 millones de hectáreas de humedales, una superficie mayor que la de India, para el año 2030.

 

Naciones Unidas lanza el Desafío del Agua Dulce
El desafío del agua dulce
El desafío del agua dulce

Fuente: Pressenza

La directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), Inger Andersen, ha resaltado que los ríos, lagos y humedales son la base de nuestras sociedades y economías, y que son infravalorados y desatendidos de manera sistemática. Aunque los países ya se han comprometido a restaurar 1000 millones de hectáreas de tierras, el Desafío constituye un primer paso decisivo para centrar la atención y los esfuerzos tan necesarios en los ecosistemas de agua dulce.

El Desafío del Agua Dulce se centrará en diseñar y aplicar medidas de restauración de manera eficaz, identificar las áreas prioritarias que deben ser restauradas, actualizar las estrategias y planes nacionales, y movilizar recursos y establecer mecanismos financieros para cumplir con las metas propuestas. En Colombia, esta iniciativa se articula con las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, y permitirá al país fortalecer su ordenamiento territorial del recurso hídrico, protegiendo todos los sistemas hídricos desde una perspectiva del agua como recurso común y derecho humano fundamental.

El Desafío del Agua Dulce es un llamado a la acción para todos los países, para que se comprometan con objetivos claros en materia de diversidad biológica y en la restauración de ecosistemas de agua dulce. En el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6, que trata de garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y saneamiento para todos, la meta 6.6 plantea la protección y restauración de los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos.

Según el Pnuma, alrededor de 4000 millones de personas, la mitad de la población mundial, sufren una grave escasez de agua al menos durante un mes cada año, y 2300 millones de personas viven con estrés hídrico, lo que significa que su demanda de agua es superior a la disponible. Además, cerca del 75% de todos los desastres naturales ocurridos en años recientes están relacionados con el agua, incluidas las inundaciones, las sequías y las tormentas.

Es fundamental tomar medidas para proteger nuestros recursos hídricos, que son esenciales para la vida humana y el medio ambiente. La iniciativa Desafío del Agua Dulce es un paso importante hacia la restauración de nuestros ríos, lagos y humedales degradados, y es importante que los gobiernos y las partes interesadas asuman su compromiso con urgencia.

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