Esperanza Lema Bouzas: “La vida es maravillosa, sigo aprendiendo cada día“
Lema Bouzas es pintora, escultora, viticultora, jardinera, hostelera, cocinera, madre y abuela. Universitaria y veterana. Aprendiz y maestra. La pintora del Ulla, la señora de finca Dozon, la estudiosa permanente de Arte e Historia. Una mujer de la tierra y cosmopolita. Un torbellino de vitalidad, cuyo penúltimo proyecto es “A Casiña de Antón”, un alojamiento de turismo rural, con mucho encanto, en Vedra, que es un homenaje al amor.
Esperanza Lema Bouzas: “La vida es maravillosa, sigo aprendiendo cada día“
Esperanza Lema
¿Cómo te cuentas?
“VIVO, así con mayúsculas, en paz y sin estrés. Volvi a la USC. Me matriculé en el IV Ciclo y me apunto a todos los seminarios que se celebran sobre Arte e Historia. Tengo una VEJEZ ACTIVA, y muchisimas ganas de seguir así muchos años. La vida, querida Ariana, es tan maravillosa, que tenemos que intentar vivirla al máximo.
¿Cómo definirías tu trabajo, tu ocupación actual?
Ya te contesté. Vivo, estudio, he vuelto a la Universidad. Me motiva aprender
¿Qué te hace única?
Mi trayectoria vital es única, mi yo. Cuando estoy segura de algo, lo persigo con constancia.
¿En qué ocuparías tu tiempo, si no necesitaras trabajar para mantenerte?
Ya estoy jubilada. Mi tiempo lo ocupo en disfrutar de la vida.
¿Cuándo y por qué razón te han dado las gracias últimamente?
Me ocupo de los míos, soy amorosa. Transmito mi entusiasmo a todos aquellos con los que convivo. Las gracias las doy yo cada día.
¿Cómo titularías la película de tu vida?
Soy una superviviente.
¿Te quedan sueños por cumplir?
Si, claro. Imagino que como a todo el mundo. Tantos que no queda espacio en esta entrevista.
¿Qué cosas temes?
A la enfermedad.
¿Una meta alcanzada y otra por conseguir?
La meta alcanzada es haber llegado a los 80, (los cumplo el 13 de mayo), cuando en el año 81, me habían asegurado que el cáncer de estómago me moriría antes de 5 años.
La meta por alcanzar, continuar muchos años con salud y la mente funcionando.
Nunca te acuestas sin…
Darle un abrazo a mi hijo, y darle las buenas noches a mi madre, que se fue en 1957.
