Hablamos con Ángel Martínez Díaz
Buscando el equilibrio con un ocio creativo
En nuestro barrio viven artistas, personas muy creativas que nos cruzamos día a día y que en algún momento descubrimos su creatividad y su pasión.
Enfermero de profesión, ha trabajado en diferentes ciudades de España y ya desde hace años está afincado en el barrio.
Hoy descubrimos a Ángel Martínez Díaz. De un modo casual nos llegó un vídeo de una exposición de su obra en el Ayuntamiento de Monforte, que nos dejó asombradas.
Ángel, la pasión que esconde
Ángel es un buscador de materiales, casi todo le sirve, porque todos sus trabajos son hechos con materiales reciclados. La piedra es uno de los materiales que utiliza mucho para hacer animales como búhos o también figuras humanas. Las busca y encuentra sobre todo cerca de las playas, pero también en el bosque, cerca de los ríos. También utiliza palillos, cartón, madera, etc. como complementos para concretar la figura que hace de piedra.
Todo le sirve para crear aquellas imágenes que ve en algún lugar y que luego quiere plasmar creando un objeto concreto. Tiene pequeñas y grandes figuras, parecen esculturas que ha ido creando, pero en muchos casos encuentra la piedra que tiene ya la forma y él le da la vida para convertirla en una figura humana, o en un animal, o cualquier objeto que tiene una representación significativa para Ángel. Además tiene cerca de cien cuadros, en donde los pájaros, las mariposas, son temas constantes.
El trabajo minucioso de su manualidad
Cuenta Ángel que esto le surge a una temprana edad y que es algo que se le va dando. Cuando no está trabajando y tiene su tiempo de ocio se va a su pequeño espacio y ahí va trabajando minuciosamente, concentradamente, buscando el equilibrio de cada obra, el detalle, la paciencia, una gran concentración para comenzar una obra y terminarla.
Sus obras puede exponerlas en un cuadro, un gallo hecho de pequeñas piedras que luego pinta y barniza, así cientos de pájaros, diversos animales. O en figuras que parecen grandes o pequeñas esculturas, como las damas negras que él llama, que son figuras hechas con piedra negra y que viste con ropajes coloridos; la reunión de un pueblo, nombre que le da a uno de sus trabajos que son varias figuras humanas hechas de piedra. Así nos va mostrando uno a uno diversos trabajos. Destaca mucho de su trabajo una recopilación de aves rapaces, que le llevó dos años terminarlo, que describe un trabajo muy minucioso y de mucha paciencia.
El destinatario de su manualidad
Su hija es una constante en la conversación, mucho de su trabajo son regalos para su hija y para su mujer, ellas son sus destinatarias principales y sus fans principales. Su hija y mujer son las que prepararon una exposición en el Ayuntamiento de Monforte. Una gran sala llena sus paredes y mesas con la obra de Ángel.
Nos comenta que hubo una gran afluencia de gente a la que le encantó la obra. Ángel no vende su obra, esta ha sido la primera vez que ha expuesto su trabajo por el impulso de su hija María y su mujer Loli para hacer llegar a más personas la creatividad de Ángel.
En la exposición que hizo hace un mes, se encontró con un señor que tenía sobre 90 años y que iba a mirar su obra, este señor le dijo “eu fago casas: vou a calquer lugar e vexo unha casa e dispois fago casa”. Asombra a las personas con las que quiere tener un detalle de agradecimiento y le hace su casa que luego le regala.
Ángel quiere volver a encontrarse con el señor Benito de una aldea de Monforte, que trabaja con madera y hace casas y también bastones, quiere quedar con él, ver su obra y saber cómo hace las casas para poder inspirarse y poder ver que puede hacer también Ángel.
Se encuentra con diferentes artistas anónimos en donde conversan de las técnicas que cada uno utiliza ya que eso enriquece su trabajo y le permite crear nuevas cosas.
Ha sido un placer poder conversar con Ángel al que agradezco el tiempo que ha dedicado a contar su pasión y que tengo que resaltar cómo el rapto de su mirada humana va plasmando la vida en su obra.