Salud
¿Es normal que mi niño tosa?
El tiempo parece haberse vuelto loco y entre las lluvias, el sol y los cambios de temperatura, es más que probable que vuelvan los catarros y las gripes, y con ellos los mocos y las toses.
Estos son siempre motivo de preocupación para la mayor parte de nuestros pacientes, ya que siempre ronda por sus cabezas la posibilidad de que existan complicaciones que acaben desembocando en problemas mayores. Sin embargo la mayor parte de las veces conviene mantener la calma, los pulmones están preparados para asumir cambios de temperatura moderados y cuando estos son demasiado bruscos, la diferencia de temperatura hace que aparezcan los mocos y la tos, como mecanismos para proteger el pulmón y expulsar los agentes externos del sistema respiratorio.
¿Entonces la tos es buena? Pues… como buen gallego, depende. La tos per se no es buena ni mala, simplemente nos habla del estado del pulmón, por ejemplo.
Una tos seca o irritativa puede indicarnos la presencia de un resfriado, y suele presentarse sobre todo de noche. Muchas veces se asocia con molestias de garganta (en ocasiones producidas por el sobreesfuerzo de toser) y suele ser más persistente que una tos productiva. Aunque esta puede resultar más aparatosa por la presencia de flemas o mocos, curiosamente tiene mejor pronóstico, ya que significa que el sistema de defensa del pulmón está funcionando de manera correcta, y una vez que el moco expulse el agente externo, la tos desaparecerá. Aparece sobre todo por la mañana, y suele escucharse mucho más en el pulmón que en la garganta.
Cualquiera de estos dos procesos no debería durar más de una semana de manera natural, si se mantuviese durante más tiempo es conveniente acudir a un experto para comprobar que todo va correctamente.
El moco expectorado nos puede dar mucha más información sobre el estado del pulmón. Si conseguimos superar el asco y mirar dentro del pañuelo, observaremos que puede tener distintos colores. El color natural del moco debería ser transparente, lo cual nos indica que todo marcha bien. A medida que “envejece” el moco se va volviendo amarillo, aumentando las posibilidades de infección, hasta que llegamos al característico moco verde de las películas, claro indicativo de que existe un proceso infeccioso. Fuera de la normalidad estaría el moco rojizo, rosáceo o negro, que indicaría la presencia de un sangrado (si se mantiene es conveniente acudir a un especialista de manera inmediata).
Fuera del tintero nos quedan otros procesos que cursan con tos, como podría ser el asma, o las alergias, pero intentaré dejar las ramas y responder a la pregunta del título. Los niños tienen las características añadidas de que sus pulmones son versiones miniaturizadas y que sus sistemas inmunológicos no están maduros, lo cual nos obliga a una sobrevigilancia de todos estos síntomas. ¿Es normal que el niño tosa? No. Pero lo importante no es si tose o no, si no las características de esa tos y la duración de la misma. Así que ante todo paciencia, calma, y muchos pañuelos.