Xentes da Agra
Anna Diop: “Por el hecho de ser mujer y negra acusé mucho el trato machista, tanto en Senegal como en España
En cada una-uno de nosotros hay un proyecto de vida que nos lanzamos a construir. En él hay dudas y certezas, pero siempre queriendo mirar al futuro y queriendo plasmar esos sueños o ensueños que coinciden con ese ideal que tenemos de felicidad.
En este mundo global e interconectado, nos reconocemos en la diversidad de culturas que convivimos en este planeta, solo nos diferencia lo más externo, la cultura, la forma de ver el mundo, el color de nuestra piel, los rasgos propios de cada cultura, pero en el fondo, adentro de cada una-uno de nosotros anida el sueño de ser personas plenas, llenas de entusiasmo para construir un futuro en donde está el ideal de la felicidad.
Anna Diop una mujer africana, nació en Senegal. En ella germinó el ideal de ser una mujer libre, superando dificultades y buscando una vida mejor. Eso le llevó a mirar a Europa y sus pasos le trajeron a nuestro país y a nuestra ciudad.
Es una mujer que busca la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres; se define a ella misma como feminista, activista en diferentes ONGs y mediadora intercultural. Su profesión es la Peluquería, en la que ha comenzado en Senegal y en nuestro país se volvió a titular y hoy es propietaria de la Peluquería Fatou en la Avenida Finisterre 207-209.
Anna destaca “por el hecho de ser mujer y negra acusé mucho el trato machista, tanto en Senegal como en España” y asiente “es necesario hacer comprender a toda la sociedad la importancia de tener la igualdad de derechos y oportunidades entre todas y todos. Es bueno para toda la sociedad esa igualdad”.
Anna también es madre. Ella decide hacerse cargo de su vida y se lanza a la aventura de emigrar, viaja con su hija y aquí le espera un contrato de trabajo cuidando niños. Durante dos años y medio se dedica a ser cuidadora y luego da pasos en otras profesiones, trabaja en una fábrica de pescado, en hoteles… y cursa sus estudios de Peluquería y Estética, estudios que ya había realizado en Senegal.
Hoy en día Anna lucha para que su negocio prospere, como tantos y tantas propietarias de pequeños negocios que día a día se remangan y se ponen a trabajar para dar lo mejor de sí y que sus negocios funcionen bien, satisfagan a sus clientes y como resultado de un trabajo bien hecho, poder vivir con dignidad.
Anna en su ámbito profesional, se dedica plenamente a su peluquería en donde realiza todo tipo de trabajos, cortes, tintes, moldeados, etc. Además de las tradicionales trenzas africanas que tanto nos llaman la atención, pero ella insiste: "me encanta hacer los peinados de mi país natal, pero soy una peluquera todoterreno, me he formado en crear todos los estilos de peinados e invito a todas a ponerse guapas en mi peluquería".
Ojalá ese ideal de felicidad que Anna busca se haga realidad y aporte a este nuestro mundo.