Comercio de barrio
Taller Arouca: los artesanos de Oza
Quizás hoy, cuando todos llevamos la misma ropa y tenemos la misma mesa de salón, tiene más sentido que nunca reivindicar nuestra singularidad con las obras de aquellos para quienes el adjetivo “genuino” es la firma de la casa.
El pasado 15 de agosto, estos jóvenes abrieron las puertas del Taller Arouca en la avenida de Oza. Ambos tienen esa clase de vocación que se despierta temprano y no se aplaca con el tiempo. Reyes estudió el ciclo superior de artes aplicadas a la escultura en la Escuela Pablo Picasso de A Coruña, Restauración y conservación de bienes culturales en Pontevedra y un máster homónimo en la Universidad politécnica de Valencia. Giovanni coincide en el recorrido, con la salvedad de que antes de llegar a la Pablo Picasso ya era técnico medio en fabricación a medida de carpintería y muebles..
Comenzaron juntos su andanza profesional en Portugal y se encontraron con la realidad de un oficio que tenía todo lo bueno de una vocación apasionante, pero todo lo malo de un trabajo poco valorado. Trabajamos un tiempo allí, pero nos cansamos de estar itinerando. La restauración tiene eso, las obras duran un tiempo limitado y tú vas a donde te van mandando. Trabajábamos para otras empresas, así que nos mandaban donde consiguieran el trabajo. También queríamos volver a A Coruña. Además la restauración no está muy bien valorada económicamente. Lo íbamos hacer a nuestra manera”: cuenta Reyes. Así fue como decidieron comenzar el proyecto del taller Arouca. “Nos cansamos de estar atados… En nuestra área es difícil aportar cuando eres trabajador. Tienes que hacer las cosas como los demás quieren que las hagas… Así que hay veces que tienes que hacer cosas que no te gustan… Y en nuestra profesión duele hacerlo”: explica Giovanni.
El resultado de ese “hacerlo a nuestra manera” es el Taller Arouca. Allí podemos encontrar todo eso que emociona a los amantes de la artesanía y la restauración: los muebles que ellos mismos rescatan y restauran para darles una nueva vida, el servicio de restauración para particulares y la venta de distintos objetos de su creación. Los llaveros, las esculturas, los marcos para espejos, gorros de ganchillo… Todo en Arouca sale de las manos de estos jóvenes y no les basta. Pronto añadirán al catálogo de materiales la cerámica y la resina que, junto a la madera, la escayola y el ganchillo, completan un largo inventario donde expresar su creatividad. Además ofrecen un servicio de muebles a medida de proyectos pequeños. “Tampoco queremos pisar a los profesionales que se dedican a eso… Nosotros somos un taller pequeño… Hacemos proyectos pequeños”: señala el joven.
“Elegimos Oza porque la gente hace más vida aquí. Eso nos parecía interesante porque si vives en un barrio en el que no estás, tampoco vas a entrar a ver lo que hay”: afirma Reyes explicando su llegada a Oza, que señalan ha sido buena aunque todavía les sabe a poco.
Los comienzos son difíciles siempre, pero más complicados cuando se trata de un negocio donde te va la inquietud de toda una vida. Al menos, como dice Giovanni “Poder decir: tengo mi taller, ya es un paso. Ahora al menos tengo mi lugar y puedo ir haciendo mis cosas".