Comercio de barrio
Una historia de vocación y perseverancia: Librería Orizales da el relevo
Los inicios
Miguel nació en Cariño. Y Toñi, en el barrio.Comenzaron esta aventura juntos.
Miguel había trabajado en Suiza y Francia como hijo de inmigrantes, siempre con el sueño de regresar a España. “Siempre me gustaron los libros y la papelería. Y cuando surgió la oportunidad de abrir una librería aquí en Los Mallos, no lo dudamos”, recuerda Miguel.
El local ya tenía historia, habiendo sido una juguetería y papelería manejada por Donato, un conocido del barrio. Cuando Donato falleció, sus hijos no pudieron continuar con el negocio. Fue entonces cuando Miguel y Toñi decidieron tomar el relevo.
Los primeros años: desafíos y perseverancia
Los inicios no fueron fáciles. Miguel comenta cómo los dos primeros años fueron de arduo trabajo y sacrificio. “Me costó mucho ganarme la confianza de la gente. Los gallegos, al principio, somos un poco desconfiados. Pero poco a poco, con esfuerzo y dedicación, logramos que el barrio confiara en nosotros”, dice.
La librería comenzó vendiendo material escolar y juguetes, y poco a poco fue ampliando su oferta. Miguel y Toñi se adaptaron a las necesidades de sus clientes, proporcionando un servicio personalizado que incluía desde asesoramiento en las compras hasta ayuda para hacer un currículum.
“Hay que dar un buen servicio, la gente es lo que necesita”.
Resistiendo a las grandes superficies
En los años 80, la llegada de las grandes superficies como Carrefour y El Corte Inglés supuso un gran desafío. “Fueron años duros, pero el barrio aguantó bien. Había un espíritu de colaboración entre los pequeños comerciantes, y eso nos ayudó a todos a mantenernos a flote”, comenta Miguel.
Un barrio agradecido
La librería se convirtió en un punto de referencia para los vecinos de Los Mallos y otras partes de la ciudad. “En la época de los libros de texto los clientes vienen de todas partes, porque saben que aquí siempre encontrarán lo que necesitan, y si no lo tenemos, lo conseguimos”, explica.
Además de vender libros y material escolar, la librería ofrece servicios de plastificado, carteles, asesoran a los clientes. “Nos hemos especializado en libros de texto, papelería y también tenemos novelas, revistas... Lo importante es dar un buen servicio”, añade Miguel.
Hay relevo
Después de 40 años, Miguel y Toñi se jubilan. Pero la librería no cerrará sus puertas. Rebeca, una profesora de educación especial infantil tomará el relevo. “Rebeca tiene muchas ideas nuevas y está llena de energía. Va a mantener la esencia de la librería, pero también la modernizará”, dice Miguel con una sonrisa.
El agradecimiento
Al despedirse, Miguel no pueden evitar emocionarse. “Queremos agradecer a todos los vecinos de Los Mallos. Estos 40 años han sido un viaje increíble, y todo gracias a vosotros”, concluye Miguel.
La librería Orizales se convertirá en la librería Otales, pero seguirá siendo ese rincón especial donde los vecinos encontrarán siempre una mano amiga y un servicio excepcional. “El legado continúa, y estamos felices de saber que Rebeca dará continuidad a la librería. Hay un proyecto que da continuidad”, finaliza Miguel.
Así, Los Mallos sigue adelante, con una librería que, aunque cambia de manos, mantiene su corazón y su esencia, lista para escribir nuevos capítulos en la vida de todos los que cruzan su puerta.