Hace tiempo que quería encontrarme con Abdou y entrevistarlo. Detrás de esa sonrisa buena y sincera se esconde un gran ser humano, eso creía y eso me encontré.

Un día de invierno nos cruzamos en la calle Ramón Cabanillas. Ese día, después de saludarme con esa entrañable sonrisa y decir “hola guapa”, me detengo junto a él y le pregunto si puedo entrevistarle para nuestros periódicos. Su respuesta me causó cierta sorpresa. Dijo Abdou, “tienes que hablar con Ana de Chaflan, tú, dile a ella y ya está”.

Y eso hice, Ana me llama ya acercándose la primavera y con una voz llena de energía y alegría, nos emplazamos para poder entrevistar a Abdou.

Me iba preguntando qué le quería preguntar a Abdou en esta entrevista, y no encontraba las preguntas adecuadas para la entrevista que quería hacer, solo quería tener una conversación con ese ser humano que siempre siempre que me encontraba me regalaba una gran sonrisa sincera y llena de bondad.

Así fue, a las 19 horas de un jueves me dirigí al muy conocido bar Chaflán está en una de las esquinas de la Plaza Monforte, iba al encuentro de Abdou que estaba acompañado de Ana y de Rafa, su querida y querido amigo.

En un encuentro cálido y muy alegre comenzamos a conversar, cómo comienza la andadura desde Senegal a Coruña. Abdou nos va describiendo como en su tierra escasea el trabajo, son una familia muy grande más de 15 personas, su mujer, sus dos hijos, su cuñada e hijos ya que su hermano falleció, otro hermano más con su familia… Dada la situación de falta de trabajo decide emigrar a España. En el año 2005 viaja desde Senegal llegando a Barajas y su destino final es A Coruña, sus amigos senegaleses que le esperaban aquí le dicen que este es un buen destino, una ciudad tranquila.

Llega a su nueva ciudad en donde se tiene que adaptar, viene a trabajar porque le acompaña en su memoria su querida familia que ha dejado en Senegal y que tiene que alimentarla. Su lengua materna es el wolof y también habla francés, que es la lengua que todo senegalés ha tenido que aprender en la colonización. Aquí en A Coruña debe aprender el castellano, observar estas costumbres de vida para poder adaptarse y realizar su objetivo, trabajar.

Comienza a recorrer las calles con artículos para vender, paraguas, mecheros etc. etc. que lleva en sus manos y sus hombros ofreciéndolos en los bares, en la calle.

Día a día Abdou se abre camino en la ciudad, sus herramientas son sus manos, sus pensamientos y los artículos que ofrece, además otra herramienta que brota en él, su sonrisa bondadosa, su amabilidad.

Se esfuerza por aprender castellano, se adapta a las costumbres de la nueva cultura, consigue la residencia en España y día a día va cultivando la amistad con las personas que se encuentra, que empatizan con un hombre que está trabajando y que siempre siempre brinda una sonrisa llena de bondad. Esas amistades se consolidan y están presentes en los hechos importantes de la vida de Abdou.

Con su trabajo alimenta a su numerosa familia en Senegal, hace mucho tiempo que desde su país muchos tienen que emigrar, hay unos pocos que tienen mucha riqueza y muchos que no tienen casi nada, cada vez menos. Hay muchas empresas europeas que van a sus país para explotar la riqueza que tienen y a cambio les dan una mínima parte.

Hay un hecho que impacta en la vida de Abdou: su madre, ya mayor, se pone enferma; él envía todo el dinero que puede para que sea atendida por un médico y comprar las medicinas que necesita. Finalmente la mamá fallece y Abdou necesita ir a Senegal a despedirse. Para todo ello necesita dinero que escasea mucho. Pero hay algo muy hermoso, que es la amistad de Ana, Rafa y tantos nombres que ha nombrado y a los que no puede parar de expresar su gratitud. Se ocupan de comprar el billete de avión rumbo a Senegal y Anuska del bar Chaflan publica en su página de faceboock @chaflan.bar.7 que a Abdou le falleció su madre y necesita apoyo. Van a poner una hucha para todas las personas que quieran ayudarle. Esta publicación desencadena una enorme ola de solidaridad, llega gente de toda la ciudad a dar ayuda a Abdou. Además varios medios de comunicación locales y nacionales se hacen eco y eso genera un gran contagio de solidaridad.

Abdou manifiesta su todavía gran emoción por lo que vivió y como sintió la amistad de tanta gente que le quiere y de tanta gente que sin conocerle ha dado aquello que ha podido.

En esta conversación las palabras que han sido permanente repetidas son “en Coruña hay muy buena gente”, es como si fuese un “mantra” para él, la bondad de la gente de esta ciudad. Y las expresiones de agradecimiento a su gran amiga Anuska, Rafa, Kiko, la gente del Chaflan, la familia del Chaflán, también Carlos, Mari, recordando a esa gente que lleva en su hermoso corazón.

Su sueño es volver mañana mismo a Senegal, con el suficiente dinero para poner un negocio en su país en concreto en su ciudad natal Mbour y venir a Coruña de vacaciones... Seguro que lo conseguirá.

Gracias Abdou, Anuska y Rafa por esta hermosa entrevista