Vagos y maleantes

Vagos y maleantes Extra: Agustín Costa Parada

A Agustín lo de la música le viene ya de familia, en su casa era lo normal “mi padre tocaba cualquier instrumento, no tocaba mucho, pero sabía tocar”.

Vagos y maleantes Extra: Agustín Costa Parada
01 Foto Agustín
Agustín

De niño una pared de su habitación la tenía llena de guitarras “la primera película que vi de los Who vi que tenían una pared llena de guitarras y yo hice lo mismo, la gente venía a mi casa y flipaba”.

Sus influencias han sido muchas, como él mismo dice, ha tenido una evolución bastante larga “el blues, el rythm and blues, el blues americano, el blues inglés, luego tuve una época de rock sinfónico también muy importante, y luego también King Crimson, Jim Morrison, los Doors, Eric Burdon and The Animals, John Mayall, AC/DC, Steve Ray Bogan, los Clash…pero también otras cosas como Hechos contra el decoro, Orishas, La Mala María…”

Por otro lado, siempre estuvo muy atento a la evolución de la música en Galicia: "escuchaba desde Laura Quintillán hasta Pablo Quintana, pasando por Bibiano, Pablo Benedicto…luego todo el rock gallego, desde Siniestro Total a Radio Océano o la Viuda Gómez, que son de la misma época más o menos y eran la misma gente casi, dos grupos hermanos…”

Y aunque ahora mismo lleva unos años sin escuchar nada de música nueva, sabe que eso son épocas, como en los libros, por ejemplo: “he tenido épocas que he leído mogollón y épocas que no he leído nada”. De sus gustos en la literatura resalta estos: “Jack Kerouac, Neal Cassady, toda la generación beat; me gusta la historia de Torrente Ballester, Antonio Buero Vallejo, Pío Baroja, su sobrino Julio Caro Baroja, que puede que me guste incluso más…ahora mismo lo que más me mola quizás es el realismo español, Benito Pérez Galdós…”

Y en el aspecto más personal no duda en señalar su principal referencia “Mi padre, con diferencia, y luego mis hermanos mayores. Yo soy el pequeño de todos mis hermanos”.

Cuando le preguntamos por la primera vez que bajó a la calle a tocar y por qué, esto es lo que nos cuenta: “Yo me marché de casa muy joven, estuve 8 años por ahí tocando en la calle, al principio de los 80. Fue algo que hizo mucha gente. Pero la primera vez que pedí dinero por tocar recuerdo que fue una noche de San Juan, donde ahora está el Palacio de Congresos; eso antes era una cantera. Luego tardé mucho tiempo en volver a mi casa, tardé 8 meses…”

Años más tarde Agustín formó una familia y cambió la guitarra por la madera, oficio que aprendió de joven tras cursar BUP haciendo maestrías en decoración y carpintería. Alternaba su trabajo como carpintero con el de jefe de una empresa de cartelería en la ciudad de A Coruña. “Llevaba una vida bastante convencional, las cosas me fueron bastante bien, y de repente todo se desmoronó…cuando me separé trabajaba de carpintero en los Alpes y aquí pegaba carteles, había dos empresas de cartel grande y una la llevaba yo, me acuerdo de que las cosas iban muy bien sabes…tenía más de lo que quería en verdad…”

En ese momento comenzó para él una etapa muy dura “tardé mucho tiempo en recuperarme a mí mismo, fue un trabajo me llevó la hostia…pero desde que me volví a sentir bien otra vez estoy desencantado…hay algo ahí que perdió su brillo…”

Agustín ha tenido épocas muy buenas y dice que no cambiaría nada de lo que ha vivido, “me gustan muchas cosas de las que he vivido…pero ahora quizás estoy en una época distinta…ahora mismo estoy tocando en la calle, toco la guitarra, pero también he bajado a tocar la flauta en muchas ocasiones”.

Las reacciones la gente, nos cuenta, “son mejores de lo que yo me esperaba, tuve sorpresas muy gratas… y las que ves en los niños. Los niños son mágicos, tienen un toque ahí muy muy guapo, eso sí que me quedo, son la bomba los chavales, se enrollan, los ves todos los días, los ves habitualmente y son enrollaos”.

En cuanto a proyectos pasados, presentes y futuros, continúa: “El año pasado (por 2018) estuve tocando con otro chaval y grabando todo el invierno, temas propios y versiones…y más recientemente (por 2019) estuve también tocando con otro chaval habitualmente, haciendo cosas así de otra manera. Ahora mismo no estoy haciendo nada en ese sentido, yo solo no tengo ganas, con alguien sí que molaba…”

Y por último, para cerrar esta entrevista, nos deja con esta reflexión: “Sueños hay muchos…lo que hago me está salvando la vida, si…ha habido siempre reacciones, chispazos, momentos, siempre hay algún momento al final que dices tú: “joder, tela no…por esto vale la pena”.

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