política deportiva municipal
Iván Núñez: “Hace falta una política deportiva definida”
¿Cómo está organizada la política deportiva? ¿De qué instituciones depende?
Hay varios modelos. En A Coruña, la Xunta, hizo una inversión y creó aquí tres instalaciones deportivas propias de la Xunta: Sardiñeira, Elviña y el Agra. Esas instalaciones las gestiona una empresa intermediaria.
Después el Ayuntamiento tiene varias instalaciones, la última se hizo en El Castrillón por parte de La Marea.
Además, una piscina, el campo de golf de La Torre, y la piscina del Castrillón. Lo ideal sería que fuera una gestión directa del Ayuntamiento o una empresa que preste servicios que tú diriges, como es el caso de Riazor. Entonces es un poco un maremágnum en el que no hay un sistema de gestión unificado y además son sistemas anticuados.
El tema es cómo quiere definir un ayuntamiento, el deporte: si quiere hacer un servicio público, o si simplemente quiere dar a la gente que haga deporte, pero a través de pagarlo a una empresa de servicios. Es decir, el que pueda pagarlo, que lo pague y el que no, que se aguante. El modelo tiene que estar claro. En estos momentos no está claro.
¿Y tú crees que las necesidades de la población están básicamente cubiertas?
No. Al final es todo política de lo que quieras hacer. Si quieres hacer que la Sanidad te cueste menos, una de las partes importantes es que haya una actividad física saludable, constante.
Si tú no ves instalaciones, pero tampoco lo promueves, la gente piensa que sí, es decir tú con que te den un día a la semana piscina... “Usted puede ir ahí, si quiere se matricula y ya puede ir con pagar 35 euros...”. Ya, ya, pero yo no puedo pagar 35 euros, no puedo pagar 50 euros por la familia. ¿Qué opción me da, aparte de esa? Ninguna, no tengo ninguna opción, no está cubierto ni mucho menos. El gran problema nosotros lo vimos ahora con las elecciones. Yo era la primera vez que me presentaba como candidato dentro de la lista de Marea Atlántica. Entonces teníamos reuniones con los clubes y siempre nos decían “Bueno, me hace falta dinero porque hacemos viajes, nos falta material, tengo que pagar entrenador...” “Nos hacen falta instalaciones deportivas, que estén dotadas de una forma normal, no que tengamos goteras todo el día, no que esté el material roto y viejo. Llevamos 20 años con la misma instalación sin que hayan hecho casi ni una mano de pintura…”
Es decir, hay un abandono total para la parte del deporte total, total, en la ciudad. No hay una política deportiva definida en la ciudad, no se sabe adónde se quiere ir. No hay instalaciones deportivas nuevas, prácticamente.
El concejal actual no tiene firma, tiene que pedir a un teniente de alcalde que le firme los presupuestos y que le dé autorización para hacer ciertas cosas. Eso no es operativo, tiene que pasar dos, tres filtros. La cosa es que yo tenga un problema en deportes, vaya al concejal y el concejal lo pueda solucionar. Sin tener que consultar a nadie.
¿El estado general de las instalaciones…?
Es pésimo, malo, muy malo, porque son instalaciones viejas que no tienen el mantenimiento necesario.
Lo que es básico es hacer un plan director de instalaciones deportivas: ¿qué tenemos? ¿qué nos hace falta? A medio y largo plazo, contemplando incluso el área metropolitana.
A Coruña necesita en estos momentos un pabellón nuevo, un gran edificio que albergue a los clubs de la ciudad más importantes. Hacen falta pabellones, hace falta lugares de entrenamiento, hace falta convenios con la Xunta para usar las instalaciones escolares de los institutos...
Y lo que es la transparencia de la gestión municipal, ¿ese tema como lo valoras?
Es que como no hacen nada, tampoco tienen mucho que decir. Se hizo en la legislatura pasada, pues como siempre, hay una serie de actividades en la vida que todo el mundo sabe. Una es el deporte. De deportes todo el mundo sabe, independientemente de que no tenga ni idea, entonces para gestionar deporte da igual quién sea. Ahora el concejal actual era presidente de la federación de peñas. Bien, sabe de fútbol, de gestión de fútbol, del resto de deportes ni idea. Vale, nombra a un asesor. ¿A quién nombra? A un ingeniero informático. ¿Que estaba en el Deportivo llevando temas administrativos? Ya, pero es un ingeniero informático. ¿Gente de INEF, gente preparada…? No, metemos a un ingeniero informático y que nos asesore él en la política deportiva. Entonces bueno, pero pasa constantemente. Entonces ¿transparencia? Sí, porque como no hay nada, no se hace nada.
La política deportiva, ¿cómo debería organizarse?
La gestión tiene que ser eminentemente municipal. La Xunta debe colaborar en una planificación a nivel autonómico de instalaciones deportivas. La Diputación también tiene que apoyar dando fondos, para que el plan municipal que gestiona el Ayuntamiento se lleve a cabo.
Tiene que haber un plan de instalaciones deportivas y tiene que haber una política de decir qué queremos hacer de la ciudad. ¿Queremos hacer una ciudad de grandes eventos?, ¿Queremos hacer una ciudad de deporte de salud? ¿Queremos hacer una ciudad de deporte de ocio? Y en función de eso vamos a saber qué instalaciones deportivas necesitamos, qué tipo de gestión necesitamos. Lógicamente todo eso tiene que estar hablado y tiene que reflejar el tejido asociativo que tienes, que es el que mantiene en estos momentos, la actividad deportiva.
Si en estos momentos los clubes, las asociaciones, dejarán de hacer la actividad que están haciendo voluntariamente en muchos casos, que es penoso que sea voluntario, desaparecerían la mayoría de los deportes.
¿Hay alguna cosa que quieras decir como colofón?
Nada, que es penoso. Pero bueno, a ver esta legislatura cómo avanza. Pero el comienzo no ha sido nada halagüeño de no tener un concejal con mando. La Concejalía de Deportes es una concejalía que tiene dinámica, necesita mucho personal que no tiene. En este momento sólo tenemos un técnico funcionario y dos interinos en Deportes. Y el resto de personal del Ayuntamiento de Deportes es escasísimo, con lo cual, si no dotamos de personal al Ayuntamiento a la parte técnica, no se puede hacer.
Muy bien, pues muchísimas gracias.