Javier Quiroga es el ojo que se coloca detrás del objetivo y las manos que escriben las historias de la vida diaria en la herculina. La idea surgió espontáneamente a raíz del confinamiento y del profundo cambio que todos vivimos con la pandemia. De pronto, en las redes sociales, te encontrabas un post que, partiendo de la foto de una persona en la playa, nos acercaba la voz de un desconocido que relataba experiencias que uno mismo estaba atravesando. Los paisajes cambiaron, las personas y las temáticas también, pero el sentido de esta iniciativa ha permanecido a lo largo de estos 2 últimos años. “O novo normal” es un rincón sensible en el atropello de la vida diaria y una forma de darte cuenta de todo lo que hay a tu alrededor y pasa desapercibido entre las prisas.

¿Qué es “O Novo Normal”?

Realmente no es algo definido. “O Novo Normal” va cambiando todo el rato.

¿Por qué le pusiste ese nombre?

Por que era una palabra que estaba en boca de todo el mundo, había que ponerle un nombre y realmente fue automático. No hubo mucha duda por suerte, es un tema que a veces es difícil. Este proyecto en realidad empezó sin ningún tipo de premeditación. Cuatro días antes de que empezaran a encerrarnos, que solo nos dejaran bajar un par de horas. Eso había que documentarlo. Sabía que si no lo hacía me iba a arrepentir. Yo ya tenía experiencia con este formato foto-testimonio porque tengo otro proyecto también en redes con el mismo formato pero en inglés, para público de fuera de España, que trata sobre historias de peregrinos del Camino de Santiago. Entonces digamos que sabía manejarme en ese formato.

Todo fue muy rodado desde el principio. Al principio llevamos dos meses encerrados, buscaba saber cómo estaba la gente y cómo veían la cosa los vecinos de mi alrededor. No te podías mover más de un kilómetro por las restricciones y en ese momento todo el mundo estaba muy dispuesto para hablar.

¿Cuánto tiempo lleva el proyecto activo?

El proyecto lleva dos años. Empezó el segundo día del desconfinamiento. El primero hice una pizza en casa y vinieron unos amigos, que no se podía pero bueno… Al siguiente día ya bajé, me acerqué a la playa y fue realmente muy emocionante. La temática en un primer momento fue centrada en el Covid-19, pero es un proyecto que da para tratar muchas temáticas.

En un momento surgió el tema de tratar el pequeño comercio. Estábamos en un momento económico complicado y las cosas podrían empeorar. La gente en el confinamiento compraba en Amazon… Me pareció relevante contar sus historias, no centradas en qué cebollas son mejores, sino indagando en quiénes son, qué hacen aquí, qué es lo que les gusta de su profesión.

Pasado el tiempo, cuando yo empecé a tener la sensación de que el tema del Covid iba remitiendo, empecé a contar historias de vecinos del barrio. Tanto a la gente que va todos los días a bañarse ahí a Riazor, como a una pescadera o un vecino que está en un parque leyendo el periódico. Yo llevo la cámara conmigo siempre, y llevo también una tablet. En ese momento estoy muy abierto a lo que sucede. Por ejemplo, he hecho publicaciones mientras trabajo. No hace mucho estaba un chico enfrente del Universal sentado en un banco tocando la pandereta... Entonces me llamó la atención, le saqué una foto y me acerqué a hablar con él. Resulta que me dijo que a veces llega 10 o 15 minutos antes a trabajar y se ponía a tocar la pandereta que llevaba siempre con él para practicar un poco. Le grabé un vídeo que tuvo mucha aceptación porque era realmente curioso.

A veces también quedo con gente, el otro día me llamó la atención la estética de un hombre, llevaba falda, iba todo maquillado… Guapísimo. Me resultó una estética que hace 15 años no la verías. Entonces le pedí su contacto para quedar con él y hacer un post. Así que me quedo con la gente, les hago una foto rápida y natural, tampoco le quiero ocupar media mañana a nadie, y echo un rato con la persona documentándome, ya sea tomando notas o grabando para luego hacer mi texto. Se lo paso luego a la persona para que lo revise, cambie o quite y ponga lo que considere, busco que hagan un poco de editores también.

Hemos podido ver que has organizado junto a una vecina una manifestación contra los abusos de la Banca ¿En qué contexto aparece Mari?

Mari es una clienta del sitio en el que trabajo y un día por la noche, bueno creo que ese mismo día que le pasó, me contó que en su banco le empezaron a cobrar comisiones: por sacar su dinero, por pasar facturas… Realmente estaba muy muy cabreada. Entonces le conté de mi proyecto y le propuse hacer un post para denunciar la situación. Esa misma noche hice pública su historia, me gusta que “O Novo Normal” sea inmediato, publicar el contenido el mismo día o como mucho al día siguiente. Este post arrasó en cuanto a cifras de compartidos. Ninguno de los dos llegó a pensar que pudiera ser tan mediático aún siendo una historia tan indignante porque en realidad es algo que pertenece a la cotidianeidad de las personas.

A partir de este post Mari recibió un montón de mensajes de apoyo y decidimos hacer una manifestación para visibilizar esta situación. Invitamos a medios de comunicación y bajo la consigna de: "Todos somos Mari", ahí fuimos todos.

¿Cómo va a continuar esa peli?

Realmente como Mari quiera. Tenemos que sentarnos a hablar. Yo me estoy tomando unos días de descanso porque organizar todo eso fue muy estresante, pero vamos a continuar. Ella fue al pleno del Concello porque hubo una declaración institucional. Por nuestra parte yo pienso que organizaremos cosas a pie de calle más que centrarnos en lo online.

¿”O Novo Normal” va a empezar a tratar este tipo de temas de denuncia?

A ver realmente no lo sé, “O Novo Normal” tiene vida propia y yo avanzaré junto a él. Me gustaría seguir contando historias de vecinos porque siempre hay historias interesantes alrededor, aunque no nos demos cuenta… Vivimos en una ciudad muy interesante con muchas cosas que contar. Este proyecto lo hago por amor sin ningún tipo de compensación económica, no me gustaría pervertir el proyecto.