El sábado en María Pita Coruña se declaró ciudad de acogida, evento organizado por Amnistía Internacional simultáneamente en más de 60 ciudades de España.
Intervención de Carlos López, de Xuíces para a Democracia | Foto Xosé Abad
Los ayuntamientos colaboradores ya han ofrecido 2.557 plazas de acogida, más del doble de las personas acogidas en este año y medio desde que el gobierno español firmara el acuerdo que le compromete a acoger a 17.337 personas en dos años.
Hasta ahora España sólo se ha hecho cargo de un 1,2% de las personas acogidas en Europa. “A pesar de las iniciativas ciudadanas y a pesar de que hay un grito social de solidaridad con las personas refugiadas, el Gobierno sigue con sus cifras ridículas”, asegura Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
En el acto de inauguración de A Coruña participaron en primer lugar, en representación de las personas refugiadas Nour-al Hussen Villa y Ahmad, ambos procedentes de Siria.Tras la intervención musical de la Asociación Cultural Donaire habló Alfonso Mascuñana, activista por los derechos de las personas migrantes y voluntario en Lesbos. Posteriormente, tomaron la palabra representantes de Coruña contra a Guerra, la iniciativa Acampa, que se celebrará en la ciudad en el mes de junio, Carlos López de Xuíces para a Democracia y Rocío Fraga, concejala de Igualdad y Diversidad.
El acto concluyó con el corte de cinta inaugural a cargo de Marga González, coordinadora de Amnistía Internacional en A Coruña y un brindis con champán de los asistentes.
Asistieron al acto el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, representantes de CC.OO., UGT, Coordenadora de Crentes Galegas, Foro Galego de Inmigración, Ecodesarroio Gaia, Ecos do Sur, Intermón y José Manuel García y José Manuel Dapena del grupo municipal del PSOE.
Amnistía Internacional considera que es necesario que se abran rutas legales y seguras para que quienes huyan de la guerra y la persecución no tengan que arriesgarse a morir en el mar, en el desierto o a ser víctimas de abusos, violencia sexual y explotación a manos de traficantes, bandas armadas y redes de trata.
La organización tiene en marcha la campaña #YoAcojo para que los Estados brinden a las personas refugiadas la protección que necesitan y garanticen que sus derechos humanos son respetados.
