Durante el debate, personalidades de diversos ámbitos, desde la academia hasta la industria eléctrica y la Comisión, discutieron sobre los factores a tener en cuenta en el diseño del nuevo mercado eléctrico europeo. El eurodiputado Casares destacó el papel de la electricidad como uno de los sectores más accesibles para descarbonizar e integrar las renovables. Por lo tanto, debe ser competitiva y se debe trabajar en un diseño de mercado a prueba de futuro.

Para el parlamentario, la reforma debe "dar soluciones para que no se repitan los altos precios vividos" y para desacoplar los precios de los fósiles del precio final de los recibos de los consumidores y beneficiarse de las ventajas de las renovables. En este sentido, González Casares señaló que la propuesta de la reforma actualmente en discusión no es suficientemente profunda y no tiene la ambición necesaria para evitar una crisis de precios en los fósiles que pueda contaminar los precios de la electricidad.

Además, el eurodiputado afirmó que los mecanismos de estabilidad de precios de la energía, como los acuerdos de compra bilateral de electricidad renovable y los contratos por diferencia de energía renovable, son insuficientes para mejorar la competitividad de las empresas. Es necesario implementar mecanismos de capacidad para cuando las renovables no puedan producir lo suficiente, así como un mercado que reconozca la necesidad de invertir en almacenamiento de electricidad.

Por último, Casares subrayó la importancia de la autonomía energética y la posibilidad de que los vecinos puedan auto producir y compartir electricidad. Esta medida supondría un cambio significativo en la descentralización del sistema eléctrico y sería un paso más allá de las comunidades energéticas.

En conclusión, la reforma del mercado eléctrico europeo debe abordar los altos precios de la energía, desacoplar los precios de los fósiles del precio final de los recibos de los consumidores y mejorar la competitividad y la seguridad energética. Además, se deben implementar mecanismos de capacidad y un mercado que reconozca la necesidad de invertir en almacenamiento de electricidad para garantizar la estabilidad de precios de la energía.