- Elsa, ¿Cuál ha sido el motivo de montar tu propio negocio?

- Siempre me ha gustado la Hostelería y siempre quise montar mi propio negocio.
He trabajado durante 12 años en un súper y no me gustaba; tenía el bajo, que es propiedad de mi madre y vi que era el momento de lanzar mi propio proyecto y aquí estoy.

- ¿Cómo ves la situación actual del comercio de barrio?

- La veo bastante parada, por la influencia de las grandes superficies. En el barrio se compra el “menudeo” lo que se necesita a última hora, pero las grandes compras se hacen en las grandes superficies. Mi impresión del barrio, es que el comercio está mejorando mucho, cada vez se ven tiendas más actuales, más cuidadas, hay muy buen nivel de negocio, otra cosa son las ventas.
Tenemos que aprovechar las ventajas que tenemos que son la cercanía y el trato directo al cliente.

- Elsa, ¿te has encontrado con dificultades añadidas en tu negocio o trabajo por el hecho de ser mujer?

- No, nunca me he sentido discriminada en ningún sector.

- ¿Cómo llevas la conciliación de tu vida laboral y familiar?

- Es muy difícil conciliar y trabajar, tanto con negocio propio, como siendo empleada. Tienes que duplicarte  siempre; ahí sí que hay discriminación y es un tema cultural, ya que todavía no estamos concienciados en la igualdad. Pienso que la ley va por delante de la sociedad. Hace falta que pasen algunas generaciones educadas en igualdad y libertad para romper con  esta discriminación.

- ¿De qué manera podrían las instituciones (Ayuntamiento, Xunta Galicia, Estado) apoyar al comercio de barrio?

- El gobierno tenía que ayudar al autónomo, no puede ser que el autónomo mantenga la economía de un país y no haya ninguna ayuda real. ¡Cómo puede ser que a un banco lo rescaten cuando debe dinero y a un autónomo no le paguen ni los gastos si se pone enfermo! ¿Quién te ayuda?

- ¿Qué les dirías a los y las vecinas para motivarles a comprar en el barrio?

- Primero destacar el servicio que el pequeño comercio ofrece al barrio, aquí hay farmacias, cafeterías, panaderías, etc. tienen a su disposición cualquier producto que necesiten o servicio, sin vosotros, los vecinos,  el comercio se muere y sin el comercio el barrio se muere. Imagínate un barrio sin comercio, serían barrios fantasmas, los pisos y los bajos perderían valor, seguridad, etc.
El comercio le da riqueza y vida al barrio.