Ese comercio de barrio donde el vendedor sabe lo que quieres te aconseja como si fuera para él, producto de máxima calidad y altamente especializados, aunque últimamente para sobrevivir tenga que abrir el abanico.

También es un lugar donde vecinos que no se cruzan por las escaleras, tarde o temprano coinciden en el comercio de barrio. Imagináos un barrio sin sus tiendas, los barrios no tendrían vida sería lugares solo para dormir y no habría nadie por las calles.

Este año ¿eres optimista o pesimista? ¿por qué?

Este año es un año perdido, como muchos de los últimos años. Soy optimista porque tengo ilusión por lo que hacemos, pero pesimista por la situación global.

Con respecto a los comercios de barrio, está muy difícil la cosa, y a la larga como no se ponga remedio, estamos condenados a cerrar en beneficio de las grandes aéreas comerciales, porque es imposible competir en variedad de productos y en precio, aunque no en calidad, sigo diciendo que en el comercio de barrio sus productos son de mejor calidad sin duda.

La sociedad está cambiando Calidad atención personal por barato, rápido y da igual todo lo demás.

¿Qué representa para ti tu comercio?

Mi comercio es una pequeña familia donde convivimos profesores, padres y alumnos, eso fue lo que siempre busqué, no quiero un negocio como tal , quiero que sea una familia donde entre todos aportemos algo a la sociedad, suena muy rimbombante y muy así pero es lo que pienso, para mí la educación de nuestros hijos es lo más importante porque van a ser los que nos representen en un futuro y nosotros queremos aportarles nuestro granito de arena a ellos y que salgan lo más preparados, que respeten, tengan educación y piensen por ellos mismos.