Clausura de "Sorrisos para tempos difíciles"
La pobreza es un círculo vicioso del que sólo la sociedad puede sacar a las familias
La distancia entre ricos y pobres ha crecido con la crisis, pero la pobreza en España es estructural, según afirmó Xosé Cuns, en la clausura de la exposición de fotografía Sorrisos para tempos difíciles.
Organizada por Juan Carlos Freire, con Xosé Cuns Traba (director de EAPN-Galicia), Xema Cabana Ferro (coordinadora do programa de intervención familiar de Fundación Meniños Coruña), Mª Luisa Pollán Molina (Equus Zebra), Emilio García Fernández (profesor e orientador no IES Agra do Orzán), Óscar París (fotoperiodista), la charla de ayer en el Ágora resultó una conversación cercana y muy familiar.
Comienza Xosé Cuns con una buena noticia, nos acerca a un dato histórico “En el mundo, en este momento de la Historia, por primera vez hay menos muertes por motivos de guerras y también es la primera vez que menos niños y niñas pobres hay”. Es una gran noticia, pero siguen existiendo muertes por guerras y sigue existiendo la pobreza. Xosé concreta que en España viven cerca de los 13 millones de personas pobres, en Galicia sobre 132.000 personas en pobreza severa, personas cuyos ingresos no superan los 320 euros.
La distancia entre ricos y pobres ha crecido con la crisis, pero la pobreza en España es estructural, había pobreza antes de la crisis y sigue habiendo pobreza ahora. Es algo que las políticas no han afrontado. Sigue diciendo Xosé, “se suele culpabilizar a las personas de ser pobres, se les dice “tienes que espabilar”, “tienes que buscar trabajo”, etc. y no se comprende el círculo vicioso en el que vive una persona y/o familia que está en esta situación y además no somos conscientes de que es desde la propia comunidad, ayudándonos entre todos se puede salir de estas situaciones de pobreza".
A lo que Xema Cabana añade: "las familias pobres, sus niños y niñas son más pobres ya que son dependientes y romper este círculo de pobreza es difícil, ya que la falta de oportunidades a nivel económico son muy escasas y el estrés al que están sometidos afecta a nivel alimenticio, a nivel mental y emocional, en donde el aprendizaje en la Escuela en estas condiciones es bajo".
Xema añade: "es necesario trabajar sobre las familias, se puede cambiar esta situación si se realizan políticas de equidad que ayuden a las familias a salir de la pobreza ya que las niñas y niños se recuperan rápidamente y se puede revertir la situación".
Óscar París, fotoperiodista, nos hace un visionado de sus foto-noticias, en el que muestra fundamentalmente los poblados de la etnia Gitana, donde la pobreza y la marginalidad se palpan.
María Luisa Pollán comenta que en su organización trabajan con las niñas y niños "dándoles de comer, dando apoyo escolar y dando mucho cariño". Enfatiza en la diversidad cultural en la que vivimos y como se da un choque cultural en el que no hay que juzgar sino aprender una nueva forma de convivencia.
Emilio García Fernández (profesor e orientador no IES Agra do Orzán) en primer lugar recuerda a Moussa, chico de 17 años que estudiaba en el instituto y se ahogó en la playa hace pocos días. Da testimonio del compromiso de sus compañeros ayudando en estos días, dice que además de días tan difíciles, está su recuerdo y la contribución de todos para que en los meses que Moussa estuvo con ellos le aportaran felicidad.
Emilio poco a poco va cautivando la atención de toda la sala, Está a su lado Yoel, un antiguo alumno del Instituto que viene de Bangladesh.
Dice que además de la pobreza económica, hay una pobreza moral que es tener a una persona a tu lado y no saber quién es, como vive, no saber cómo contribuir a ayudar en la situación en la que está. En esto trabajamos en nuestro instituto con todos los alumnos.
"Muchas veces los que menos pobreza económica tienen son los que más pobreza moral tienen, no saber compartir, ser más posesivos, no saber empatizar. Tener un comportamiento afectivo en donde puedo ser una pieza más e incluirte a ti en todo lo que nosotros somos. No entendemos que educar sea homogeneizar, entendemos que tenemos que entender a nuestros alumnos como entes individuales, no podemos hacer caer en los típicos mitos de que los latinoamericanos son no se qué, los rumano son de la otra manera, los chinos de la otra, cada chino es distinto, cada dominicano es distinto, cada niño tiene su propia historia y trae su propia mochila, en la mochila trae su propia historia y no tenemos que mirar que le falta sino mirar lo que trae y qué hacer con ello. Nosotros hemos tenido cursos de 29 chavales en donde hay 14 nacionalidades, y se puede decir, vaya problema, pues no, es un gran aprendizaje y es hacía el mundo al que vamos. Es evidente que tenemos que pelear con la administración para poder acceder a profesores de apoyo, etc. y peleamos".
Sigue explicando Emilio la necesidad de flexibilidad que se necesita por parte de los profesores para ayudar a que los chicos y chicas se integren, la atención para saber lo que sí saben y lo que necesitan y "apoyarse en el mejor capital que tenemos que son nuestros propios alumnos".
Yoel, ya trabajando, nos cuenta como Emilio le ayudaba a estudiar, a aprender el idioma, acompañándolo por ejemplo a comprar el pan para que él se expresara y aprendiera el idioma hablando, etc.
Se sentía un tono afectivo, confianza y diversión entre alumno y profesor que habían experimentado juntos la adaptación de ambos a este mundo con una gran diversidad cultural.