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Laura Marín Calo: la vecina de Los Mallos que enamoró a los Balcanes
Laura tenía 9 años cuando sucedió el flechazo que la uniría para siempre con el idioma serbocroata. “Fue un vídeo en el que salía la misma canción en muchos idiomas distintos. El último era el serbocroata y ese, en especial, me hizo un click en la mente. Empecé a curiosear mucho y me empecé a interesar no sólo por su música, también por su historia”, cuenta Laura.
La música y la historia de la ex Yugoslavia son dos pasiones para Laura, que ha sabido combinarlas hasta convertirse en una figura reconocida en la canción popular de los Balcanes. El proceso fue paso a paso y muy unido a internet. A los 14 años comenzó a aprender serbocroata por su cuenta: “Quería entender lo que estaba cantando. Para interpretar bien lo que estás cantando, sin duda tienes que entenderlo. Las traducciones que encontraba por ahí eran suficientes, pero yo quería entenderlo”. De forma autodidacta también, Laura aprendió a tocar la guitarra, el piano y el ukelele: “Mi más importante profesor siempre ha sido internet. Sin él no hubiera aprendido nada”.
Internet ha sido para Laura un importante aliado y no sólo para aprender todo lo que ha querido, sino que para darse a conocer allí donde hablaban el idioma que a ella la enamoró. Así, fue subiendo contenido en redes, cantando temas que toda la ex Yugoslavia conoce y fue sumando seguidores. La CNN de Bosnia se fijó en ella y la noticia se hizo viral en el país. “Los proyectos físicos en los Balcanes surgieron poco a poco, a raíz de subir contenido a las redes sociales. Contacta conmigo el manager de Halid Bešlić porque quiere que vaya a su concierto de la década en el Estadio Olímpico de Zetra. 20.000 personas… Un concierto muy esperado, que se lleva preparando un año y yo fui encantada. Al llegar fue brutal, no tengo palabras para explicarlo. Me esperaban fans en el aeropuerto, todos los periodistas… Fue totalmente surrealista”, relata Laura. En marzo de este año Laura pisaba por primera vez la tierra cuya historia e idioma la había conquistado desde muy pequeña, pero lo hacía además como una cantante reconocida y con una bienvenida a la altura de su curiosa historia.
Laura ahora quiere enfocarse en sus estudios, señala que está en la edad en la que se debe dedicar a ellos, no quiere dejarse seducir por un posible éxito. No abandonará su pasión y continuará subiendo contenido a redes, aprovechando las oportunidades que surjan, pero ve su futuro relacionado con la docencia: “Voy a empezar mi aventura universitaria, sin dejar de lado las redes. La enseñanza siempre ha sido un campo que me ha interesado. Muy relacionado con las lenguas, supongo”.
Desde el barrio de Los Mallos y hasta un estadio lleno en Bosnia: ese ha sido el periplo de esta joven, que no ha hecho más que comenzar. “Me encanta el barrio. Cuando era pequeña pasaba mucho tiempo con mis abuelos en la Avenida de Arteixo, vivo en la Avenida de la Sardiñeira, estudié en el instituto de la Sardiñeira… Tenemos un gran potencial en Los Mallos”.